IMÁGENES DE SATÉLITE

Un satélite revela algunos focos de polución en España en la cuarentena

Michele Catanzaro

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Desde el inicio del confinamiento por el Covid-19, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha ido publicando mapas que certifican una enorme bajada de contaminación. No obstante, en el mapa referente al confinamiento parcial (del 14 al 31 de marzo) aparecen unas manchas de polución en unos puntos concretos de España. EL PERIÓDICO ha intentado interpretarlos con la ayuda del equipo de Xavier Querol, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC).

El satélite Sentinel-5P de la ESA ha monitorizado el dióxido de nitrógeno (NO2), un gas tóxico producido por la combustión a altas temperaturas,  por ejemplo en los coches.

Fábricas e incendios

Las manchas visibles en los mapas no representan necesariamente emisiones fuertes y continuas. Un ejemplo de ello es el tachón detectado cerca de Motril (Granada). En esa zona no hay viviendas ni industria. Pero Jordi Massagué, del equipo de Querol, descubrió que el primer día de confinamiento se dio un incendio en ese paraje, que generó el NO2 registrado.

Las manchas de Martorell (Baix Llobregat) y Castelló (Comunidad Valenciana) son quizás menos anecdóticas. La primera corresponde a un gran polígono industrial, que incluye una enorme acerería. La segunda se sitúa por encima de unas fábricas de azulejos, en una zona que provee de cerámica al 15% del mundo, según Querol.

El tachón más misterioso es el que aparece al sur de Manresa (Bàges), sin una fuente clara. Al tratarse de una zona hundida, gases de calefacción u otras fuentes podrían quedarse estancados más de lo normal, según Querol.

El satélite no toma datos cuando hay nubes y el periodo analizado es muy corto: probablemente, hay otras muchas fuentes de NO2 (por ejemplo, centrales térmicas), que no salen reflejadas.

"En general, la gran industria no ha parado porque fabrica para los servicios esenciales", observa Mercè Rius, directora general de calidad ambiental de la Generalitat. "Nos extraña que no aparezcan la petroquímica de Tarragona o el puerto de Barcelona", apunta. Querol resta importancia a esas zonas, porque no emiten mucho NO2, pero sí otros gases.

'Fum o fam'

Es pronto para sacar conclusiones de estas imágenes. Pero los investigadores consideran que el ejercicio propuesto por este diario es interesante.

"En los años 50, en la zona de la cerámica de València se decía: fum o fam [humo o hambre]", recuerda Querol. "No es bueno relacionar buena calidad del aire con crisis. El riesgo es que, para salir de la crisis, se debiliten las políticas ambientales", añade.

"A medida que se quitan restricciones, la contaminación vuelve a niveles anteriores en China", afirma Claus Zehner, responsable de Sentinel-P5 en la ESA. Según este investigador, el gran experimento del confinamiento proporcionará datos sólidos sobre como mejora la calidad del aire por cada porcentaje de reducción de tráfico. "Estos datos tienen que servir para tomar decisiones futuras", afirma.  

 "Me gustaría que la recuperación no se hiciera en contra de la calidad del aire y del clima. Hay que acelerar la economía sin dejar de respetar el medio ambiente, por ejemplo aprovechando el teletrabajo", concluye Rius.