Hombre sabio

Omar Khayyam, el científico que logró el calendario más preciso del mundo

Con motivo del 971 aniversario del nacimiento del matemático, astrónomo y poeta persa, Google le dedica un Doodle por su trascendencia en el estudio de las ciencias

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Omar Khayyam nació en Nishapur, entonces capital selyúcida de Jorasán, actual Irán, el 18 de mayo de 1048 y falleció el 4 de diciembre de 1131 de la era cristiana. Fue un hombre con un espíritu único y una mente avanza para su tiempo que disfrutó de los placeres de la vida y del conocimiento humano.

Los textos lo ubican como libertino, sibarita, ácido, místico y profeta. Además estudió matemáticas y astronomía; reformó el calendario musulmán, cultivó el derecho y las ciencias naturales; pero su gran pasión fue descubrir los misterios del universo, las pasiones humanas y la existencia misma.

De ahí su capacidad de incursionar en diversas ciencias y aspectos artísticos, donde fue un literato consumado para su época y un referente de Oriente con la serie de poemas llamada Rubaiyat, la obra poética más destacable de Omar Khayyam, que es una recopilación de hasta un millar de cuartetos que hablan sobre la naturaleza y el ser humano; donde relata los deleites del amor y los goces de la vida, que con las transposiciones de amargura y optimismo, conforman el carácter del individuo acentuado en su realidad.

Incluso en Occidente ha sido muy reconocida su obra literaria y uno de esos poemas fue adaptado por el cantante flamenco Camarón de la Isla en una de las canciones ('Caballo viejo') de su disco "La leyenda del tiempo", considerado el mejor de la historia del pop en España.

Su calendario perfecto

Una de las grandes transformaciones que realizó Omar Khayyam y tal vez la más sorprendente, fue con respecto al calendario zoroástrico, que los persas habían conservado tras la islamización de Persia debido a su exactitud,  pero las investigaciones realizadas en materia del tiempo y las tablas astronómicas, le permitieron corregir un error en la medición de los días.

Con una precisión sorprendente, para el nuevo calendario que se llamó yalalí por orden de Malik Shah I (quien también se llamaba Yalaledín), Jayam calculó la duración del año con una exactitud pasmosa y con un margen de error de un día en 3770 años, menor aún que el del calendario gregoriano que es de un día en 3330 años, que se comenzó a usar en Europa desde el 15 de octubre de 1582. De esta manera, el calendario yalalí se implantó el 15 de marzo de 1079 y es el calendario empleado actualmente en Irán y Afganistán.

Sus estudios científicos

Como hombre de ciencia y un estudioso de todas las manifestaciones del conocimiento humano, dentro de su obra científica de la que se tiene registro, destacan los títulos la “Disertación sobre una posible demostración del postulado paralelo”, de la geometría de Euclides; la “Tesis sobre demostraciones de álgebra y comparación” escrita en árabe (traducida por Woepecke en 1851); el “Tratado sobre la exactitud del sistema indio para calcular raíces de ecuaciones”, referido a ecuaciones de segundo y tercer grado.

También “Los problemas en aritmética y cálculo”; la “Descripción de las tablas astronómicas de Malek Shah”, el ensayo “Luz de la razón, sobre la ciencia en general”; y la “Disertación sobre ciencias naturales”.  Además existen unos ocho trabajos más, sobre física, economía, historia, filosofía, metafísica y tradiciones.

Avances matemáticos

En cuanto a los estudios avanzados de matemáticas, desarrolló el primer procedimiento de solución de las ecuaciones cuadráticas y cúbicas a partir de las secciones cónicas, que permite encontrarles una raíz positiva y así mismo logró demostrar que tienen al menos una segunda raíz.

Fue también el primero en describir el desarrollo de la potencia de un binomio con exponente natural, y en establecer la idea de que las fracciones podrían constituir un campo numérico con propiedades más amplias que el campo de los números naturales, únicos conocidos entonces, que databa de los griegos.

Fueron tan importantes estos descubrimientos y conceptos teóricos matemáticos, que se convirtieron en la base del estudio científico durante el Renacimiento europeo y por eso sus aportes a las matemáticas fueron incalculables, ya que esos conocimientos  no se comprendieron en toda su trascendencia hasta muchos siglos después.