Tres tetrapléjicos consiguen utilizar dispositivos móviles corrientes con el pensamiento

La tecnología ha conseguido, una vez más, romper barreras. Tres personas tetrapléjicaspersonas tetrapléjicas han logrado controlar con el pensamiento unos dispositivos móviles sin ninguna adaptación especial. El logro ha sido posible gracias a unos implantes insertados en el córtex que, a su vez, han logrado ejercer de enlace entre el cerebro de estos pacientes y los ordenadores que manejaban. La actividad neuronal registrada en tiempo real por estos pequeños dispositivos se traducía al instante como si de un cursor inalámbrico se tratara. A partir de ahí, todos pudieron navegar por la red, enviar un 'e-mail', chatear, escuchar música e incluso jugar a algún juego.

No es la primera vez que se consigue que una persona con movilidad reducida o discapacidad pueda 'conectar su mente' con un ordenador. Eso sí, podríamos estar ante la primera muestra de que todo ello es posible incluso utilizando disposivos móviles de uso común. Este impresionante logro, publicado este miércoles en la revista científica 'PLOS', podría abrir un nuevo abanico de posibilidades para las interfaces que conectan cerebro-ordenador (Brain-Computer interface (BCI), por su nombre en inglés).

"Fue genial ver a nuestros participantes abrirse camino a través de las tareas que les pedimos que realizaran. Pero la parte más gratificante y divertida fue cuando los pacientes hicieron lo que querían hacer: usar las aplicaciones, ver vídeos o simplemente conversar con sus amigos", explica el doctor Paul Nuyujukian, principal responsable de este nuevo estudio. "Al principio de la prueba, una de nuestras participantes nos dijo que una de las cosas que realmente deseaba hacer era volver a tocar música. Así que verla tocar en un teclado digital fue fantástico", relata el investigador.

¿Cómo funciona?

Una mujer de 51 años con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), un hombre de 51 años con la misma enfermedad neuromuscular degenerativa y otro de 63 años con una lesión en la médula espinal fueron los tres pacientes seleccionados para este ensayo clínico. En el momento del estudio, todos ellos estaban completamente paralizados de cuello para abajo, con la excepción de una cierta movilidad mínima (aunque no funcional) en sus dedos.

Al empezar el ensayo, los investigadores insertaron unas minúsculas matrices multielectrodos de unos 1,5 milímetros capaces de registrar la actividad de las neuronas y codificarla en señales electrónicas. Toda esa información logró ser trasladada en tiempo real a un ordenador mediante una interfaz inalámbrica (Bluetooth Human Interface Device Profile) que conectaba el cerebro de los pacientes y los dispositivos móviles comerciales (Google Nexus 9 y Android OS 5.1). De esta manera, sus pensamientos se convertían en una especie de 'ratón inalámbrico' capaz de controlar lo que ocurría en la pantalla.

Los investigadores destacan que ninguno de los dispositivos utilizados contaba con modificaciones en su sistema operativo. Tampoco se instaló ningún software de accesibilidad, ni se habilitaron otras funciones para facilitar la navegación por el dispositivo. Los participantes, además, pudieron elegir a qué distancia preferían colocar las pantallas para estar cómodos.

¿Qué se ha logrado?

Gracias a esta nueva técnica de conexión entre cerebro y ordenador, los participantes pudieron navegar a su antojo por los dispositivos móviles. Fue entonces cuando los investigadores encargaron siete tareas distintas: revisar el correo y responder a un mensaje con Gmail, conversar por Hangouts, hacer una búsqueda en Chrome, buscar la previsión del tiempo en Weather Underground, navegar por las noticias del día en News Republic, reproducir un vídeo en Youtube y sintonizar una emisora de radio en Pandora. 

Según se relata en la memoria del estudio, todas las labores encargadas se pudieron llevaron a cabo sin mayor dificultad. Los responsables del estudio calculan que los pacientes consiguieron realizar hasta 22 clics por minuto mientras utilizaban una gran varidad de aplicaciones. En aplicaciones de texto pudieron incluso alcanzar los 30 carácteres por minuto utilizando las interfaces estándard de correo electrónico o texto.

Todo el proceso resultó "intuitivo" y "fácil de usar", según explicaron los mismos pacientes al finalizar la prueba. Uno de ellos explicó que el sistema "resultaba más natural" que las veces en las que recuerda haber utilizado el ratón. Otro, además, explicó sentir "más control" sobre lo que ocurría respecto a lo que había probado hasta el momento.