SEGÚN UN ESTUDIO

La polémica serie 'Por 13 razones' podría reforzar ideas suicidas en adolescentes vulnerables

Una nueva investigación evalúa el impacto de la serie en jóvenes ingresados en unidades psiquiátricas por riesgo de suicidio

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Cuando Hannah Baker, una joven estudiante de instituto, se quita de la vida, deja como legado 13 cintas de audio en las que explica las trece razones que la llevaron al suicidio. Los audios empiezan a circular en secreto entre los que ella considera como los responsables de su muerte. Y es así como empieza ‘13 reasons why’ (Por trece razones, en castellano), una polémica pero exitosa serie dirigida a adolescentes en la que se tratan temas como el acoso, el abuso sexual y, finalmente, el suicidio. Tras su estreno, fueron muchos los que alertaron de que el argumento de la serie podía suponer un riesgo para los jóvenes en situaciones vulnerables ‘incitándoles’ a seguir los pasos de la protagonista. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Psychiatric Services analiza el impacto de este drama en adolescentes ingresados en unidades psiquiátricas.

En esta ocasión, los investigadores pasaron entrevistaron a 87 jóvenes ingresados en unidades psiquiátricas preguntando si en algún momento habían visto ’13 reasons why’. La mitad de los adolescentes (43), en su mayoría entre 13 y 17 años, afirmaron haber visto al menos un capítulo del programa y, al menos la mitad de estos (21), reconocieron que el drama acabó reforzando sus ideas suicidas.

Entre los adolescentes que dijeron que el visionado de la serie había aumentado su riesgo de suicidio, la mayoría de ellos reconocieron identificarse con el personaje principal del drama: Hannah Baker. "Es fácil identificarse con el personaje principal", añade Hong. "Es una chica adolescente que ha sufrido de asalto sexual, acoso y ansiedad, lo cual, desafortunadamente, afecta a muchos de nuestros jóvenes hoy".

"Este estudio no demuestra que el programa está aumentando el riesgo de suicidio entre adolescentes, pero confirma que definitivamente debemos preocuparnos por su impacto en los jóvenes especialmente impresionables y vulnerables", explica Victor Hong, director médico de servicios de emergencia psiquiátrica en Michigan Medicine y autor principal de este nuevo estudio. "Pocos creen que la exposición a estos programas puede convertir a jóvenes que no están deprimidos en suicidas. La preocupación real es sobre cómo esto puede afectar negativamente a los que ya se tambalean en el límite", añade el investigador.

Sin supervisión parental

La gran mayoría de los jóvenes ingresados en unidades psiquiátricas que afirmaron haber visto la serie, un 81% del total de encuestados, reconocieron que tras el visionado del drama acudieron a sus compañeros para discutir sobre su contenido. Tan solo un 35% de estos habló con sus padres de lo que habían visto. Este dato, de acuerdo con los investigadores, chocarían con informes previos en los que se apuntaba a que un 71% de los jóvenes discutían con sus progenitores del contenido de la serie.

Hong interpreta como esta divergencia como una prueba más de que los jóvenes con tendencias suicidas no se muestran tan abiertos a mantener estas conversaciones con sus padres respecto a cómo se comportan el resto de adolescentes. "Los datos de nuestra muestra demuestran que los adolescentes que corren un alto riesgo de suicidio no se acercan a los adultos. La mayoría de ellos vieron el programa solos o acabaron hablando con amigos, pero no con los padres, maestros o consejeros escolares", explica Hong.

"Los padres cuyos hijos pueden ser vulnerables o en alto riesgo de suicidio deben ser aún más diligentes sobre lo que ven sus hijos y si están expuestos a contenido que podría desencadenarlos. Además no se deberían rehuir las conversaciones abiertas, honestas y difíciles sobre estos temas", concluye el investigador.