NUEVA TEORÍA

Un estudio descarta que los neandertales fueran más violentos que los humanos

A diferencia del 'sapiens', el neandertal se lesionaba más gravemente a edades más tempranas

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La fama de violentos de los neandertales se disuelve cada vez más. Según confirma un estudio llevado a cabo por la investigadora de la Universidad de Tübingen (Alemania) Judith Beier, en colaboración con Nils Anthes, Joachim Wahl y Katerina Harvat, y publicado por la revista 'Nature', los neandertales eran al menos igual de violentos que sus contemporáneos humanos. La diferencia, prosigue el estudio, estriba en que los neandertales empezaban a sufrir lesiones graves más jóvenes que los humanos (eran más precoces) y, por tanto, su esperanza de vida era más corta. La ventaja demográfica de los humanos sobre los neandertales fue, pues, que sufrían menos heridas traumáticas a una edad temprana.

Es cierto que las lesiones traumáticas siempre se han identificado en fósiles de neandertales, cabeza y cuello y con lesiones esqueléticas mucho más elevadas, lo que llevaba a pensar que sus poblaciones eran más violentas. Pero Beier y su equipo han evaluado las descripciones publicadas de los cráneos fósiles de humanos neandertales y humanos modernos, encontrados en Eurasia, de aproximadamente 80.000 y 20.000 años atrás. Al comparar el número de cráneos humanos y neandertales lesionados y no lesionados, los autores informan de niveles similares de traumatismo craneal en ambos grupos.

El estudio

A diferencia de los estudios hechos hasta hoy, el equipo ha comparado los datos de neandertales con humanos que tenían un registro fósil, y no solo con poblaciones humanas recientes. En total, los autores registraron una incidencia de trauma en 295 huesos de neandertales y 541 huesos humanos. También recopilaron el porcentaje de cada uno de los 14 huesos que se conservaron para cada individuo, así como detalles que incluyen el sexo, la edad al morir y la ubicación geográfica del fósil.

El equipo de investigación trabajó con dos series de análisis estadísticos para llevar a cabo el estudio. La primera serie de análisis se ha basado en la presencia o ausencia de trauma en cada uno de los huesos del cráneo. La otra serie ha estudiado cráneos fósiles individuales y en conjunto, para comprobar si había diferencias estadísticamente significativas entre la prevalencia de trauma en el neandertal y en fósiles humanos. Así pues se llegó a la conclusión que la diferencia de traumas no era tan distinta entre las dos especies. 

Otro factor que se ha tenido en cuenta ha sido si la prevalencia de trauma estaba relacionada con el sexo o la edad, teniendo en cuenta la conservación de fósiles, la ubicación geográfica y los posibles efectos de interacción entre las distintas variables. 

Datos impactantes

Las hembras mostraron una incidencia menor de trauma en comparación a los machos, tanto neandertales como humanos. Y de hecho, este patrón se sigue reproduciendo a día de hoy.

Uno de los resultados más sorprendes es la segregación por edades de las lesiones traumáticas. Este estudio ha demostrado que en comparación con los humanos, los neandertales sufrían más lesiones cuando eran jóvenes, y en consecuencia tenían más posibilidades morir después de la lesión. Así pues los humanos modernos podían vivir más que los neandertales, que tenían una esperanza de vida media de 30 años.  

Se cree que las causas de las lesiones podrían proporcionar algunos conocimientos  sobre los comportamientos insociables de estos, las actividades o las normas sociales de la vida de los neandertales. Además, con este estudio tan exhaustivo de las piezas óseas se podría llegar a saber la forma, la ubicación y la extensión de las lesiones traumáticas en los esqueletos, y las características como la nitidez de los bordes de la fractura o el grado en que las lesiones se curaron. En esta línea a veces es posible establecer la causa más probable del trauma, por ejemplo, si la lesión probablemente surgió como consecuencia de un accidente de caza, violencia interpersonal o bien conflicto entre grupos. 

Además, si se puede conocer si el afectado sobrevivió a un trauma severo podría indicar que la persona lesionada fue atendida por miembros de su sociedad, que nos muestra un dato más sobre su colectivo y cómo vivían.

Conclusiones

Todos los resultados obtenidos, han llevado a los científicos a creer que el riesgo y el peligro formaban parte de la vida de los neandertales, así como de los humanos modernos. El resultado se suma a la creciente evidencia de que los neandertales tenían mucho en común con los primeros grupos humanos. 

Estos resultados pueden llegar a evolucionar en una nueva teoría, y es que nuestra especie tenía una ventaja demográfica sobre los neandertales, a causa de sus traumas a una edad temprana y su corta vida.