AVANCE PROMETEDOR

Tres lesionados medulares recuperan el control de las piernas con estimulación eléctrica

Los investigadores advierten que la técnica aún está en sus primeras etapas y que se ha demostrado solo en personas con función motora residual

tetraplejicos

tetraplejicos / EPFL Hillary Sanctuary

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Investigadores suizos han conseguido que tres parapléjicos que sufrieron lesiones de la médula espinal cervical hace muchos años puedan caminar de nuevo con la ayuda de muletas o un andador gracias a la estimulación eléctrica dirigida de la médula espinal lumbar y la terapia asistida por peso. 

La técnica, llamada estimulación eléctrica epidural, está en sus primeras etapas y que no está claro para qué proporción de personas lesionadas podría funcionar. Hasta ahora, se ha demostrado su eficacia solo en personas que retuvieron algún nivel de función motora a pesar de sus lesiones, pero según los expertos, se trata de un avance "revolucionario" para la investigación de lesiones de la médula espinal.

El estudio, cuyos resultados publican las revistas 'Nature' y 'Nature Neuroscience' este jueves, ha sido dirigido por Grégoire Courtine, neurocientífico del Instituto Federal de Tecnología de Suiza en Lausana, y realizado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y el Hospital Universitario de Lausana (CHUV) en Suiza. 

Comunicación interrumpida

Las lesiones en la médula espinal interrumpen las conexiones entre el cerebro y las neuronas de la médula espinal, creando déficits motores y sensoriales en áreas del cuerpo debajo de la lesión y, en ocasiones, causan parálisis. En la mayoría de los casos, a pesar de las lesiones, siguen existiendo algunas conexiones entre el cerebro y las neuronas motoras en la médula, pero estas podrían no ser suficientes para permitir que una persona se mueva.

El equipo de Courtine utilizó la estimulación eléctrica para dar a estas neuronas motoras una excitación adicional, aumentando las señales recibidas de las conexiones restantes con el cerebro. Para ello, los investigadores primero identificaron qué áreas de la médula espinal están involucradas en cada movimiento como, por ejemplo, caminar, flexionar la cadera o extender el tobillo.

Luego implantaron estimuladores eléctricos en tres personas con diferentes niveles de deterioro motor en sus piernas debido a la lesión y programaron una secuencia de pulsos eléctricos que estimularían la médula espinal en el momento y la ubicación correctos para facilitar esos gestos.

Intención en acción

Esta estimulación eléctrica no produjo movimiento por sí sola, pero sí funcionó cuando los participantes del estudio intentaron de manera explícita hacer movimientos. "Realmente funciona como un amplificador", explica Courtine. "No es que estemos tomando el control de la pierna. Los pacientes tienen que hacerlo".

Según explican los investigadores, después de solo dos días, estos movimientos "inducidos" se volvieron casi naturales para ellos. En una semana, los participantes pudieron caminar con la ayuda de dispositivos que sostenían parte de su peso corporal. Esto incluía a una persona que previamente no había tenido movimiento en sus piernas, y otra cuya pierna izquierda había quedado completamente paralizada. La tercera persona tenía más habilidad motora en sus extremidades, pero no había podido levantar sus piernas cuando intentaba caminar.

Durante cinco meses de rehabilitación con esta nueva técnica, los participantes mejoraron hasta el punto en que el moivmiento persistía cuando se desactivaba la estimulación adicional. Dos de ellos pudieron caminar con muletas e incluso dar algunos pasos sin ayuda. La tercera persona, con lesiones más graves que sus compañeros, podría mover sus piernas previamente paralizadas mientras permanecía acostada.

Conectar cerebro y médula

Esto sugiere que la función de la estimulación eléctrica es el fortalecimiento de las conexiones entre el cerebro y las neuronas en la médula espinal, explica Chet Moritz, experto en rehabilitación y medicina de la Universidad de Washington en Seattle. Simone Di Giovanni, neuróloga del Imperial College de Londres, es optimista en cuanto a que la tecnología podría ser utilizada algún día más ampliamente. Aún así, la experta señala que, por ahora, no queda claro qué tan bien funcionará esta técnica en personas con lesiones más graves. De ahí que se necesiten más experimentos.