Salvar la Tierra desde el espacio

Oroville Lake, California

Oroville Lake, California / SATELLOGIC

Valentina Raffio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Vista desde el cielo, la Tierra parece una obra de arte. Sus paisajes, vistos desde la exosfera, esconden una belleza inesperada: el desierto muestra sus curvas entre las dunas, los ríos cortan el paisaje y dibujan suntuosos meandros, los cultivos desvelan hermosos e imperfectos patrones geométricos. Las imágenes captadas desde una órbita baja terrestre, además de quitar el aliento, revelan información vital sobre nuestro planeta. Ahora estamos más cerca que nunca de obtener una instantánea en tiempo real del estado de la canica azul a la que llamamos Tierra.

La semana pasada, la empresa de microsatélites Satellogic aterrizó en Barcelona con el objetivo de conquistar el espacio. De cara al 2021, la compañía prevé construir una plataforma tecnológica capaz de ofrecer un análisis en tiempo real de lo que sucede en el planeta, capturando una instantánea completa del globo cada semana y con la posibilidad de enfocar cualquier punto en cuestión de minutos. Se trata de una constelación de cientos de microsatélites de observación que proporcionarán imágenes de alta calidad de la Tierra con hasta un metro de resolución.

Una fotografía para salvar el mundo

El objetivo es disponer de una información detallada y en tiempo real que permita tomar decisiones más eficientes. Según explica Emiliano Kargieman, fundador y CEO de Satellogic, "En la Tierra, pasaremos de siete a diez mil millones de personas, por lo que es fundamental poder controlar los recursos naturales o factores como la producción y distribución de alimentos, entre muchos otros". Satellogic nació con esta voluntad de recopilar información que pudiera servir para actuar ante determinados problemas de impacto social.

Pero más allá de las imágenes, la empresa propone el uso de algoritmos basados en inteligencia artificial para obtener información. Mediante esta técnica es posible obtener modelos que expliquen la evolución de un fenómeno, prediga su desarrollo y permitan actuar de manera preventiva. Esta tecnología permite, por ejemplo, capturar los efectos del cambio climático, la desforestación o la crecida de un río.

"Mediante este tipo de datos podemos controlar el crecimiento de un cultivo, indicar las zonas que necesiten más riego e incluso ayudar a prevenir la expansión de plagas" explica Marco Bressan, Chief Data Scientist de Satellogic. La gestión de estos datos y la búsqueda de soluciones individualizadas se coordinarán desde la nueva sede de Barcelona, especializada en el ámbito de la inteligencia artificial.

La democratización del espacio

Con cuarenta y cinco quilos de peso y un metro de altura, los microsatélites de Satellogic surgen como una tecnología 1000 veces más económica que sus homólogos tradicionales. Con el precio de un solo satélite tradicional, que puede llegar a rondar los cientos de millones de dólares, la empresa propone lanzar una flota de cientos de dispositivos de observación, aumentando la cantidad de información recogida y la calidad de los datos.

De esta manera será posible obtener una fotografía exacta de cualquier punto de la Tierra con hasta un metro de resolución. Sobre este aspecto, Kargieman y Bressan advierten: "En Satellogic tenemos una política muy estricta de uso de datos, por lo que prohibimos explícitamente toda aplicación militar o que afecte la privacidad de las personas". Si bien es cierto que las imágenes obtenidas son de altísima calidad, los representantes de la empresa explican que en ningún caso esta tecnología pondrá en riesgo la privacidad de las personas: "Podemos observar una autopista y calcular la cantidad de vehículos que circulan, pero no determinar de qué modelo son. Mucho menos ver la matrícula o qué está haciendo su conductor".

Los pioneros en la conquista del espacio fueron bautizados como Capitán Beto, Manolito y Tita. Le siguieron Fresco, Batata (ambos típicos postres argentinos) y Ada Lovelace y Maryam Mirzakhani, mujeres pioneras en los campos de la programación y las matemáticas. Según cuenta Kargieman, estos nombres surgen con el objetivo de "desacralizar la tecnología" y trasmitir una imagen de la ciencia mucho más cercana a la sociedad. Al fin y al cabo, la conquista del espacio es una tarea colectiva.