EL ADN DE LA SEMANA

Ballenas

Un análisis genómico propone una nueva clasificación para los cetáceos

yubarta ballena jorobada brasil

yubarta ballena jorobada brasil / periodico

Pere Puigdomènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Se han publicado los genomas de seis especies de ballenas, algunas de las cuales son los animales más grandes que jamás han existido. Los resultados obtenidos permiten entender su evolución, una cuestión nada sencilla cuando hablamos de animales que viven en los océanos, donde no hay barreras que aíslen a los individuos.

En el trabajo, investigadores alemanes y suecos han tomado muestras de bancos de tejidos de diferentes especies de ballenas que se guardan en colecciones establecidas ya hace unos años. Han estudiado los genomas de individuos de especies que han sustituido los dientes por barbas con las que filtran el agua de mar para alimentarse. Y han comparado estos genomas con los de los otros cetáceos como los de los delfines y las orcas. Además, han obtenido también el genoma del hipopótamo común, que es el mamífero terrestre más cercano a ellas. Lo que han publicado ahora es una clasificación de todas las especies de ballenas, algo que hasta ahora había sido muy discutido.

Los genomas de los mamíferos son relativamente estables y fáciles de comparar entre ellos. A partir de los datos obtenidos, han calculado que el ancestro común entre ballenas y hipopótamos vivió hace unos 50 millones de años y que desde entonces han ido apareciendo las diferentes especies. Lo que puede interesar más en este caso es que se trata de especies que viven en los océanos, por lo que no hay barreras que hayan aislado diferentes poblaciones y hayan favorecido que se diferencien entre ellas. De hecho, en los genomas han observado restos de unas especies en otras, lo que indica que individuos diferentes han ido apareándose y teniendo descendencia.

Las ballenas son animales que han ido evolucionando hasta convertirse en mayores que los mayores dinosaurios, como es el caso de la ballena azul. Esto lo han hecho evolucionando en el gran espacio de libertad de los océanos. Ha sido necesario que llegue la especie humana para que aparezca un depredador que deje a alguna de ellas al borde de la extinción.