EEUU autoriza por primera vez un viaje a la Luna a una empresa privada

Los expertos apuntan que esta decisión abre una nueva era en la explotación espacial

Huella de los astronautas americanos en la Luna, en 1969.

Huella de los astronautas americanos en la Luna, en 1969.

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Casi 57 años después de que la sonda soviética Luna 2 se convirtiera en la primera creación humana en alcanzar la superficie del único satélite natural de la Tierra se abre una nueva etapa en la exploración espacialMoon Express, una pequeña start up compuesta por 26 emprendores e ingenieros y basada en Cabo Cañaveral (Florida), anunció el miércoles que ha obtenido el permiso del gobierno de Estados Unidos para enviar un aterrizador a la Luna. Es la primera empresa privada que consigue luz verde para el viaje y, como ha dicho uno de sus cofundadores, Bob Richards, la autorización “no es solo un hito, sino un umbral para toda la industria espacial comercial”, que hasta ahora ha tenido su límite en la órbitra terrestre.

El viaje de la MX-1E, una pequeña sonda robotizada de menos de metro y medio de diámetro que aún no está ensamblada, está previsto para la segunda mitad del 2017. Se producirá a bordo de un cohete lanzadera de otra empresa privada, Rocket Lab, que aún no ha volado ni una vez. Será, según lo planeado, un viaje solo de ida. Y si todo funciona como se espera hará a Moon Express la ganadora del premio Lunar –X que Google lanzó en 2007 y que ofrece 20 millones de dólares a la primera compañía que alcance el satélite terrestre y con su sonda recorra al menos 500 metros de la superficie lunar y envíe a la Tierra fotos y vídeo de alta resolución.

UN VIAJE SIN RETORNO

Moon Express, que presentó la documentación a la Administración Federal de Aviación en abril, recibió su autorización el 20 de julio, en el aniversario del primer alunizaje de humanos. Esa aprobación se ha logrdo tras la revisiónde su propuesta de otras agenciass, como los Departamentos de Estado y Defensa y la NASA.Y abre una puerta a lo que se considera un camino sin retorno: la exploración y explotación privada y comercial del espacio.

Naveen Jain, otro de los fundadores de la start up, ha apuntado a la razón para dar por sentado ese futuro parafraseando un famoso discurso de 1962 de John F. Kennedy. Entonces el presidente, sumido en plena carrera espacial con la Unión Soviética y necesitado de lograr el apoyo de la ciudadanía y el presupuesto del Congreso para su empeño espacial, dijo: “Elegimos ir a la Luna no porque sea fácil, sino porque es difícil”. Nain ha cambiado solo la segunda parte del enunciado. ¿Su versión? “Porque es un buen negocio”.

No se equivoca. Aunque el Tratado sobre el espacio ultraterrestre que entró en vigor en 1967 prohibe a ningún país clamar soberanía sobre la Luna ni otros cuerpos celestiales, sí contempla que entidades no gubernamentales realicen actividades en el espacio exterior (algo para lo que exige la “autorización y supervisión continua” de los estados donde radican esas empresas, que es lo que EEUU ha hecho con Moon Express). Y en EEUU una ley aprobada el año pasado permite a las compañías privadas mantener la propiedad de los recursos que extraigan en el espacio.

“El viaje espacial es nuestro único camino adelante para asegurar nuestra supervivencia y crear un futuro sin límite para nuestros niños”, ha dicho Nain. “En el futuro inmediato, prevemos traer preciados recursos, metales y piedras lunares a la tierra. En 15 años la luna será una parte importante de la economía de la Tierra, y potencialmente nuestro segundo hogar”.