GEOLOGÍA EXTRAPLANETARIA

Mineros en el espacio

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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Los asteroides, cuerpos rocosos que orbitan alrededor del Sol sin alcanzar el tamaño de un planeta, han menudeado desde hace décadas en los relatos de ciencia ficción como fuente inagotable de minerales escasos en la Tierra, pero la tecnología no estaba suficientemente madura como plantearse una explotación real. Ahora, dos empresas estadounidenses con reputados especialistas, muchos de ellos procedentes o vinculados a la NASA, prevén a corto plazo misiones robóticas de exploración con el objetivo futuro de acometer la captura al vuelo de un asteroide. Por supuesto, que su explotación sea factible y rentable es otra cuestión.

«Los más de 900 asteroides conocidos que pasan cerca de la Tierra cada año pueden ser para la industria de este siglo lo mismo que las minas de hierro de Minnesota para la industria del automóvil de Detroit en el siglo XX», dice Deep Space Industries en un comunicado entusiasta. «Muchos de los metales raros en nuestro planeta son casi ilimitados en el espacio», añade Peter Diamandis, fundador de Planetary Resources, una empresa espacial entre cuyos inversores se cuenta nada menos que Larry Page, el director de Google, y el cineasta James Cameron. A su juicio, la explotación de los asteroides generará algún día una actividad económica millonaria.

En las últimas décadas, las observaciones astronómicas y el análisis de meteoritos caídos en la Tierra han permitido determinar con bastante precisión la composición mineralógica de los asteroides. «Dependiendo del reflejo de la luz solar en cada longitud de onda podemos saber que se parecen a meteoritos tipo estudiados en nuestros laboratorios», pone como ejemplo Josep Maria Trigodirector del Grupo de Meteoritos y Cuerpos Menores del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC). Los atractivos no escasean.

Uno de los principales intereses de la minería de asteroides es la obtención de elementos muy escasos en la Tierra, como los metales del grupo del platino y algunas tierras raras como el disprosio y el neodimio, cuyo precio sube año tras año ante la demanda de la industria de la electrónica, la joyería, la odontología y los semiconductores, entre otros sectores. «Esos minerales también están en la Tierra, pero en el proceso de formación acabaron atraídos hacia el núcleo del planeta y ahora no son fácilmente accesibles», dice Joan Pau Sánchez, investigador de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC) y de la Cranfield University, en Londres, que ha realizado diversas simulaciones sobre cómo poder capturar asteroides.

Se calcula que los asteroides más cercanos a la Tierra tienen de media 196 veces más platino, 540 veces más iridio y 440 veces más osmio que el equivalente en volumen de la corteza terrestre. El Planetary Science Institute, una institución sin ánimo de lucro, estima que un asteroide metálico de unos 500 metros de largo tiene el platino equivalente a todo el metal extraído en la historia de la humanidad.

METALES PARA BASES, COMBUSTIBLE PARA NAVES

Al margen de elementos escasos, los asteroides son también una potencial fuente de hierro, níquel y otros metales más comunes que podrían servir para abastecer futuras colonias en el espacio y cuyo transporte desde la Tierra sería costosísimo. No parece que vaya a haber mucha agua, pero sí suficiente como para servir de oasis para misiones y suministrar asimismo combustible para las naves espaciales.

Antes de nada, por supuesto, será necesario desarrollar métodos de acceso y captura de los asteroides. De los más de 9.000 cuerpos identificados por la NASA cuya órbita pasa cerca de la Tierra, más de 1.500 son de tan fácil acceso como la Luna, según los promotores de las dos empresas.

«Estas misiones -explica Joan Pau Sánchez- consistirían en hacer variar un poco la velocidad de los asteroides. Así se conseguirá que modifiquen sus trayectorias para dirigirse hacia una zona concreta del espacio en la que podrían ser atraídos, de forma natural, por la gravedad terrestre». Una vez atrapados, prosigue, «los asteroides permanecerían tanto tiempo como fuera necesario en los puntos de equilibrio gravitatorio entre la Tierra y el Sol». «Yo creo que eso podría pasar relativamente pronto -añade Trigo-. La NASA está estudiando algún procedimiento en ese sentido». No entra en los planes traer a la superficie terrestre grandes asteroides por la dificultad y el peligro que ello acarrearía, sino solo fragmentos.

Lógicamente, primero deberá haber varios pasos previos. El regreso de las primeras muestras no se producirá hasta el 2022, en el mejor de los casos, y una explotación minera no será posible hasta diez años después. Planetary Ressources trabaja en la construcción de un telescopio espacial para identificar los asteroides más prometedores. Deep Space Industries, por su parte, ha previsto en primer lugar una flota de exploración con unas naves minúsculas capacitadas para traer de regreso a la Tierra entre 27 y 68 kilos de material extraterrestre.