El Tourmalet

El Tourmalet: el secreto de por qué los ciclistas van ahora tan rápidos

Los directores son ahora como los copilotos de los rallies, utilizan una aplicación llamada VeloViewer que informa desde los porcentajes de la carretera en tiempo real a cualquier cambio en la dirección del viento y se lo comunican de inmediato a los corredores.

Fuga tercera etapa

Fuga tercera etapa / LA VOLTA

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

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Los directores ya no son solo los técnicos que preparan las estrategias en cada etapa. Son algo más. Hace unos pocos años los directores deportivos iban al volante, bajaban las ventanillas y chillaban a los corredores. Ahora prácticamente ninguno conduce, van pendientes de las apps y de los móviles, casi no miran la carretera. Los ojos fijos en las aplicaciones y en una mano la emisora para hablar a los ciclistas, que ya casi no tienen ni que preocuparse en levantar la cabeza y ver la carretera que tienen delante.

Los directores, y la Volta que ahora nos ocupa no es la excepción, son algo así como los copilotos de los rallies. Los que cantan a los ciclistas no solo los peligros que se le presentan en la carretera instantes antes de tomar una curva, sino el porcentaje que los aguarda un centenar de metros delante de ellos, por donde va a ir la dirección del viento en tiempo real, y hasta si en un par de kilómetros se van a encontrar con un estrechamiento, por ejemplo, a la entrada de un pueblo a fin de que los líderes tomen posiciones y se sitúen en la parte delantera del pelotón para evitar cualquier riesgo.

No hay trucos de magia

No es magia, no son adivinos, no sacan la mano por la ventanilla para ver si llueve, o si ha bajado o subido la temperatura desde que tomaron la salida. Han conseguido que los ciclistas prácticamente vuelen sobre sus bicis, cada vez más ligeras, aerodinámicas y con frenos de disco que permiten apurar al máximo con el menor riesgo posible.

Los equipos profesionales hacen uso de una aplicación que se denomina veloViewer, evidentemente de pago, un instrumento que ha revolucionado al máximo todas las carreras, incluida la Volta. La empezó a utilizar el conjunto Ineos cuando se denominaba Sky. Y fue, a finales de la década pasada cuando la escuadra británica comenzó a destacar sobre el resto de los equipos. Sabían más que los demás, se posicionaban frente a cualquier peligro mucho antes que el resto.

A correr como locos

Pero la policía no es tonta y trascendió que hacían uso de este programa, que ahora, ya ha dejado de ser un secreto de estado puesto que lo emplean todos; sin excepción y por eso cada vez es más difícil sorprender al resto y más fácil correr como locos y como si no hubiera un mañana.

Por eso es tan difícil organizar ahora un ‘abanico’, llevar al pelotón de lado a lado de la carretera hasta que el grupo se corta. Porque antes podían aparecer los pardillos que nada sabían del viento y que no estaban avisados. Ahora reciben las consignas por el pinganillo con la aplicación informática en tiempo real que indica los elementos a los que se van a enfrentar los corredores, los porcentajes de las subidas, los cambios en la dirección del aire y todas las incidencias que aparecen en el recorrido. Y sin error aparente.

Así que nadie frena, todos con la cabeza agachada, más veloces que nunca y sabiendo de antemano, y unos kilómetros por delante el lugar exacto y más idóneo para lanzar el ataque definitivo, tal como hizo el miércoles -y no fue una casualidad, todo estudiado- Remco Evenepoel a 4,2 kilómetros de la llegada de la tercera etapa de la Volta a La Molina, donde ganó e igualó los tiempos al frente de la general con Primoz Roglic. Nada de improvisación. La aplicación los había avisado.

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