El Tourmalet

El Tourmalet: ganar dos grandes vueltas al año ya resulta imposible

Desde que Chris Froome se impuso en 2017 en Tour y Vuelta nadie más lo ha conseguido y ya parece un reto irrealizable cuando hay estrellas que se dedican en exclusiva a preparar una única ronda de tres semanas por temporada.

Este año, salvo que Jai Hindley conserve la décima plaza de la ronda española que ahora ocupa gracias a una fuga, ningún ciclista repetirá en el ‘top ten’ de las rondas italiana, francesa y española.

Evenepoel y Roglic

Evenepoel y Roglic / LA VUELTA

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

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Si se repasan las clasificaciones generales de esta temporada del Giro, el Tour y ahora la Vuelta, que este lunes descansa, y a falta de una semana para finalizar, se observa que ningún ciclista repite en los puestos de honor, algo absolutamente inhabitual ya que siempre alguno de los protagonistas de las tres grandes rondas por etapas destacaba al menos en dos de las tres carreras. En estos momentos, Jai Hindley, el vencedor de la ronda italiana, ocupa gracias a una escapada el décimo puesto de la Vuelta, el resto son corredores distintos a los que finalizaron en el ‘top ten’ del Tour y del Giro, como ocurrió antes en Italia y Francia.

Desde hace años nadie ha conseguido el doblete Giro-Tour y solo Chris Froome, que ahora corre para divertirse, situado en la prueba española a más de tres horas de Remco Evenepoel, logró la victoria en el Tour y en la Vuelta en 2017.

La Vuelta se decide esta semana, por Sergi López-Egea

La Vuelta se decide esta semana, por Sergi López-Egea. /

Sin embargo, lo que está sucediendo este año es más inhabitual y demuestra que actualmente resulta casi imposible aspirar a ganar en un mismo año dos carreras de tres semanas. Marco Pantani, con toda la leyenda, en positivo y negativo que lo rodeó, fue el último corredor que consiguió ganar en 1998 en Italia y Francia, en un año marcado precisamente por los escándalos en una ronda francesa que ha pasado a la historia como el Tour del dopaje.

Esta temporada el Giro ha resultado ser la carrera más aburrida de las tres, sin apenas ataques y con un trío de corredores (Hindley, Richard Carapaz y Mikel Landa) tan igualados y marcándose constantemente hasta el punto de que la victoria se resolvió en un ataque a tres kilómetros de la cima de la Marmolada en la penúltima etapa de la prueba. La ronda italiana, además, lleva años convertida en la carrera de las tres con peor participación ya que ninguno de los aspirantes al Tour se la quiere jugar en Italia si con ello peligra la lucha por el jersey amarillo.

Tadej Pogacar anunció a bombo y platillo el pasado invierno que este año afrontaría el reto de disputar Tour y Vuelta, precisamente con la intención de conseguir el doblete. Dos días después de subir al segundo peldaño del podio de los Campos Elíseos de París comunicó su renuncia a correr en España ya que se sentía agotado.

Nuevas tendencias

Sucede que con las nuevas tendencias del ciclismo hay corredores que se centran exclusivamente en preparar una única carrera grande al año, aunque participen con éxito y entrenamientos en pruebas de un día o de una semana. Su plan de preparación es absolutamente inasumible por los corredores que deben repartir fuerzas a la hora de correr dos carreras de tres semanas y generalmente llegan agotados a la segunda prueba. Se vio el año pasado con Egan Bernal, que no se recuperó en la Vuelta del esfuerzo que le provocó ganar el Giro, aunque transcurrieran dos meses entre ambas carreras. Y se ha repetido este año, aparte de Hindley, con Richard Carapaz, segundo en Italia, que solo ha podido dedicarse a ganar dos etapas, que ya es mucho, en la Vuelta, y de Mikel Landa, desaparecido en el combate por la ronda española.

Jonas Vingegaard ni se planteó acudir a la Vuelta y su compañero Primoz Roglic, que no renuncia a la victoria, está corriendo en España porque al igual que en sus tres victorias anteriores ha fallado en su intento por ganar el Giro (2019) o el Tour (2020 y los abandonos de 2021 y 2022). Enric Mas ha llegado después de una ronda francesa para olvidar y las dos nuevas joyas del ciclismo español (Juan Ayuso y Carlos Rodríguez) han debutado en una carrera de tres semanas. Las tendencias cambian y es difícil derrotar a un corredor como Evenepoel, centrado en la Vuelta, y que ha llegado a dormir en su preparación en cámaras hipóxicas para simular la altitud. Y así no hay nada que hacer.

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