Los jóvenes protagonistas

La contracrónica de la Vuelta: chico feliz (Ayuso), chico triste (Rodríguez)

Juan llegó a la cima antes que el jersey rojo tras una reacción final increíble y superó a Carlos en la clasificación general.

Carapaz y Rodríguez

Carapaz y Rodríguez / INEOS GRENADIERS TEAM

Sergi López-Egea

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No busquen un pique entre ellos porque no lo encontrarán. Ni palabras que a cualquiera de los dos pudieran ofenderles. Van a lo suyo, porque corren en equipos diferentes, porque tienen el mismo objetivo y porque saben sufrir para seguir aspirando a hazañas que hace dos semanas eran un sueño. Pase lo que pase de aquí a Madrid, no habrá vencedor ni vencido, ni uno será mejor ni el otro peor, al margen de la posición final que ocupen en la clasificación.

Unos días, como este domingo, está mejor Juan Ayuso que Carlos Rodríguez, mientras que en otras etapas había tenido mejor protagonismo el ciclista granadino. Nunca hay que cansarse en repetir sus edades, 19 años Juan y 21 Carlos. Y ambos siguen allí, arriba del todo de la general, aunque en Sierra Nevada hubiera un chico feliz (Ayuso) y otro triste (Rodríguez) porque es bueno que exterioricen sentimientos cuando las cosas salen bien o no se alcanza el propósito.

Los fieles ayudantes

Lo real es que la táctica del Jumbo rompiendo la carrera a más de 20 kilómetros de meta los cogió a contrapié. Rodríguez ya nunca pudo enlazar con el grupo de Evenepoel y Roglic, aunque en las rectas los veía. Ayuso, en lo que ya parece ser su costumbre en esta Vuelta, fue de menos a más, aunque se reconfortó de tener siempre la compañía del EUA, primero Joâo Almeida y después Marc Soler, que le dio su último suspiro ciclista del día, después de haber peleado por la victoria. Si hay un ciclista que merece el premio al más combativo de esta Vuelta es, sin duda, el corredor catalán.

Gracias a Soler, Ayuso no solo enlazó con Evenepoel sino que lo superó con un demarraje final digno de admiración. Es Ayuso el ciclista que asciende montañas con la cabeza agachada. Seguro que no ve paisaje alguno más allá del potenciómetro de su bici. "Sabía que debía subir a Sierra Nevada a mi ritmo y siempre me sentí arropado, primero por Almeida y después por Soler". La compañía fue lo que le hizo sentirse fuerte para superar a Rodríguez en la general. Ahora el corredor alicantino es el cuarto de la tabla... y allí está cerquita del podio. "Si voy cuarto pues igual me meto en el podio si explota alguno de los tres que van por delante", expresó Ayuso medio en broma. Pero, ojo, este comentario denota la seguridad que el corredor tiene en sí mismo.

La ayuda de Carapaz

Carlos no tuvo el día. Por eso estaba triste y porque él es granadino como Sierra Nevada y Federico García Lorca, al que siempre hay que recordar cuando se visitan estas tierras. Qué dura se le hizo la ascensión final y eso que buena parte del ascenso tuvo a Richard Carapaz a su lado, sin que se le cayeran los anillos. Pero cuando estuvo solo, entre Almeida y Ayuso (y no es una referencia política) le hicieron la cama, como era lógico, y llegó algo descolgado. "Me vine abajo. Es mi primera Vuelta y estoy aquí para aprender", admitió.