Los herederos

La contracrónica de la Vuelta: el cuarto en la cima... Ayuso

Los chicos ya están aquí y para disputar la general. El joven corredor de UEA es el quinto de la general y Carlos Rodríguez ya ocupa la octava plaza.

Ayuso niebla

Ayuso niebla / UEA TEAM EMIRATES

Sergi López-Egea

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La niebla en el Pico Jano era espesa. No se veía a tres encima de un burro. Casi costaba divisar los límites de la carretera. Juan Ayuso solo se escuchaba a sí mismo, ni sabía donde estaban los dos corredores que lo precedían (Remco Evenepoel y Enric Mas) ni el tiempo que quitaba a los que iban por detrás suyo, con Primoz Roglic al frente del grupo de perseguidores.

Era como correr a ciegas, pero con los ojos tan abiertos, con las ventanas dejando entrar un aire fresco al ciclismo español, con la felicidad como compañía, que de repente Ayuso se ha presentado a los 19 años, solo 19 años, como el chico que ha venido para quedarse y para demostrar que el relevo existe y que viene a comerse el mundo. Cuarto de la etapa y quinto de la general con Carlos Rodríguez (21 años) un poquito, solo un poco detrás suyo, para situarse en la octava plaza de la general de una Vuelta en la que debuta la pareja, un alicantino y un granadino.

Ayuso lo pasó bastante mal con el cambio de país. No se sintió a gusto en las dos etapas disputadas en el País Vasco, sobre todo el primer día por tierras alavasesas. Allí tuvo que acogerse al sufrimiento, a la concentración y a no dejarse ir por que lo esperaba el Pico Jano, con su niebla, con el verano desaparecido en combate y con su bici al frente para decirse a sí mismo que ni corto ni perezoso allí tenía que estar para demarrar al grupo de Roglic y para lanzarse a la captura de Evenepoel y Mas, a los que no veía por culpa de la espesa niebla reinante en Cantabria. "No veía nada pero subía con buenas sensaciones. Sabía que iba en terreno de nadie pero decidí ascender a mi ritmo. Ahora solo espero seguir así, pero estoy aprendiendo, aunque sé que aprender y sacar un buen resultado van cogidos de la mano", confesó Ayuso en la meta, rodeado de periodistas para constatar que empieza a ser el deseado de esta carrera. Si los belgas tienen a Evenepoel, la prensa local sueña con Ayuso, bueno en la montaña y que además acostumbra a mantener un buen comportamiento cuando llega una contrarreloj como la que le espera el martes en Alicante.

Un bloque muy peligroso

Sin embargo, antes deberá afrontar el examen de Asturias, más dureza acumulada en dos días seguidos que pueden volver a cambiar el rumbo de la carrera. Pero que le quiten por ahora las emociones a un Ayuso que se ha colgado los galones del Emirates con su jefe de filas, Joâo Almeida, por ahora por detrás suyo en la general. "Se trata de ser regular. Pero yo no sé si aquí en la Vuelta llegará el día X en el que voy a explotar". El Emirates cuenta ahora con dos bazas y con la principal ayuda de Marc Soler. Son un equipo muy peligroso.  

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