La ronda italiana

Giro 2022: Bardet se retira y deja el camino más libre para Landa

El último esprint antes del bloque final de montaña se lo llevó Arnaud Démare con Juanpe López al frente de la clasificación general.

Démare podio

Démare podio / GIRO DE ITALIA

Sergi López-Egea

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Cada vez queda menos y con un menor número de aspirantes a la victoria en un Giro que parece correr dormido, sin ataques y sin que la general se haya movido, apenas unos segundos por las bonificaciones, desde que se ascendió al Blockhaus hace casi una semana.

Todo debería cambiar a partir de este sábado, con la llegada a un Turín polideportivo y con los Alpes llamando a la puerta. Cada vez quedan menos porque este viernes se retiró Romain Bardet, aspirante importantísimo a la 'maglia rosa' que sigue paseando Juanpe López con orgullo y sin demasiados problemas ante la falta de ataques decisivos por parte de sus rivales.

Bardet se fue con un virus intestinal, otro más entre los caídos este año por los vómitos y estados febriles que azotan al pelotón una vez el covid se ha retirado de la primera línea de combate. Y era el año en el que el corredor francés, con dos podios en el Tour, parecía que había vuelto a encontrar el gusto a luchar por una clasificación general. Con 31 años, Bardet se encontraba a solo 14 segundos de Juanpe pero únicamente a dos de Richard Carapaz, quien con su retirada ha visto alejarse la amenaza de un rival muy serio. Ahora, principalmente, deberá estar pendiente de Mikel Landa, el único junto a Bardet que lo aguantó en su único ataque, aunque con cierta timidez, que ha lanzado en este Giro.

Horizontes abiertos

Y es que la retirada de Bardet abre más horizontes para Landa, en lo que parece ser la última oportunidad del ciclista alavés, ahora o nunca. Ahora, con Carapaz, a quien ayudó a ganar el Giro cuando corría en el Movistar, en el 2019, como principal obstáculo, con muchísima, practicamente toda, la montaña en el horizonte y con solo 20 kilómetros como peaje, el último día en Verona, donde solo el portugués Joâo Almeida supera al corredor vasco de forma abrumadora en el caso de tener que jugarse la victoria final en las calles de Romeo y Julieta.

Este sábado será con mucha probabilidad el último día en carrera de Mathieu van der Poel, el gran animador de la fase inicial del Giro. En la alta montaña poco tiene que hacer y el Tour, con muchas opciones a vestirse de amarillo en la primera semana, cada vez está más cerca. En Turín, además, hay aeropuerto. Poco más que añadir.

La 13ª etapa se volvió a resolver con las cartas habituales de esta segunda semana. Hubo escapada y se jugó un poco en el alambre puesto que los fugados solo fueron neutralizados a 700 metros de la meta. El esprint fue otro festival para el corredor francés Arnaud Démare, que se apuntó la tercera victoria parcial, aunque él, seguramente, al luchar por la regularidad del Giro, sí llegará hasta el final.

Prueba de fuego

Juanpe López tendrá este sábado la primera prueba de fuego de esta semana para confirmarse como líder de la carrera, aunque al Trek, su equipo, una nueva fuga le vendría como anillo al dedo. La verdad es que el ciclista sevillano dispone de poquísima renta para mantener vivo el sueño en rosa en cuanto aparezcan dificultades serias con los esperados ataques de los principales favoritos que esta semana, ante la falta de terreno duro, no han podido realizar.

A partir de ahora, el Giro se convierte para Juanpe en una especie de montaña que debe empezar a subir hasta llegar a la cima de la Marmolada el próximo sábado día 28. Y nadie tendrá contemplaciones porque se han desperdiciado muchos días de competición hasta dejar al Giro casi en una carrera de una semana, algo que hay que corregir con urgencia, porque no es la primera vez que ocurre. En Turín debe empezar la fiesta de verdad.