La ronda italiana

Giro de Italia: Van der Poel logra el primer jersey rosa con autoridad

Pello Bilbao, en una gran forma, ocupó la tercera plaza de la primera etapa, antes de la contrarreloj que se disputa este sábado por las calles de Budapest.

Victoria VDP

Victoria VDP / GIRO DE ITALIA

Sergi López-Egea

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Al abuelo no le gustaba correr en Italia. Prefería el calor del público francés que siempre anduvo entregado a sus hazañas. Sería injusto escribir que Raymond Poulidor nunca se vistió de rosa en el Giro. Y aunque tal afirmación es una verdad como un templo, si 'Pou-Pou' nunca lideró la ronda italiana fue, sencillamente, porque jamás se apuntó a la carrera.

Poulidor era hombre de costumbres. Lo suyo era el Tour y nunca consideró oportuno partirse el alma en Italia antes de la tradicional pelea entre las carreteras de su país en julio. En cambio, el nieto, Mathieu van der Poel, no se le parece en nada. Difícilmente llegará a tener el poderío del abuelo en las cumbres, porque él es un corredor más explosivo, al que le van mejor las etapas de orografía complicada pero lejos de los porcentajes propios de las cimas de los Alpes, los Pirineos o los Dolomitas.

Sin embargo, es uno de los mejores condimentos de la salsa del ciclismo actual, que engorda gracias a sus victorias en todas partes, por todos los terrenos y sobre cualquier tipo de bici, ya sea de carretera, de ciclocrós o de montaña. Y es junto a su rival, Wout van Aert, enemigo pero a veces colegas en cuestiones de negocios y bolsas de recompensas por llenarse de barro, la mejor pareja de la actualidad hasta que las montañas aprietan el botón rojo y otros son los protagonistas de la competición. Si 'Pou-Pou' nunca se vistió de amarillo en el Tour, el nieto lo hizo el año pasado. Si Poulidor nunca se animó a disputar el Giro, su descendiente lidera la prueba desde este viernes y hoy, si repite la hazaña de la ronda francesa en la primera 'crono', no debería pasar por muchos problemas en la contrarreloj que se disputa en las calles de Budapest, en la penúltima jornada de la carrera por tierras húngaras y antes de tomar un avión hacia Sicilia.

No estuvo Alejandro Valverde inmerso en la pelea de la etapa. Subió hacia el castillo de Visegrad, no muy lejos de la capital de Hungría, en la clandestinidad del pelotón, que llegó roto y partido, con los velocistas dejando los deberes para otro día o yéndose al suelo como Caleb Ewan, que se cayó en el último suspiro de la etapa.

Y por allí anduvo Pello Bilbao convencido que corre con la chispa de la vida en sus pedales, en su mejor temporada desde que tardíamente se hizo profesional y sin que se asustase, o se dijese aquello de que hago yo aquí, cuando trató de sorprender a Van der Poel y buscó la primera victoria del Giro 2022, con la consiguiente recompensa de la 'maglia rosa'.

Tardes de alegría

Bilbao puede dar grandes tardes de alegría en este Giro, con su compañero Mikel Landa entrando en el grupo de los favoritos. Todos juntos a excepción de Richard Caparaz, el favorito número uno a la victoria final, que arañó cuatro segundos de gloria a los rivales.

La primera etapa se resumió en los seis kilómetros finales donde se fracturó el pelotón, donde los velocistas excepto Ewan lo dejaron estar y el lugar escogido para el primer toque con categoría de Van der Poel en la carrera. Y con la mejor notica, con Bilbao casi a su nivel, el día en el que el ciclista neerlandés con genes franceses impidió al eritreo Biniam Girmay convertirse en el primer líder de raza negra del Giro.