El Tourmalet: Jordi Badia, el alcalde de Calaf que hace la Volta en bici por el ictus

Jordi Badia fue durante varios años el portavoz del Barça. Luego entró en política y se convirtió en alcalde de Calaf. Y todo este tiempo mantuvo en secreto una afición, que ahora lo cautiva, el amor y el cariño hacia la bici. Cada día realiza la etapa de la Volta por delante del pelotón profesional. “¿Ya sabes dónde te metes? ¡Esto es muy duro!”, le respondió Rubèn Peris, máximo responsable de la ronda catalana, cuando el edil barcelonés le propuso la idea de hacer el recorrido de su carrera en bici para conseguir recoger fondos en una acción solidaria a beneficio de la Fundació Althaia de Manresa para investigar el ictus, que el periodista y político barcelonés sufrió en 2014.

No es fácil, ni mucho menos, subirse a la bici y emular a los profesionales realizando diariamente los mismos kilómetros y por la misma carrera. Y, además, hacerlo como si fuese la carrera del gato y el ratón, siempre pendiente del cronómetro para que no te pillen, no solo los ciclistas, sino los mossos que preceden a los corredores y que cierran la carretera unos minutos antes. “Es lo que me advirtió Peris después de permitirme salir y llegar del mismo lugar que la Volta. Tenía que evitar ser pillado por el pelotón”.

La recuperación de 2014

Badia siempre tuvo a la bici como compañera de viaje mientras daba clases universitarias, escribía libros sobre la historia del Barça o comparecía ante la prensa para explicar las decisiones tomadas por la junta azulgrana en la primera etapa de la presidencia de Joan Laporta. “Primero hice triatlones pero luego me decanté solo por el ciclismo, por grandes travesías”. La recuperación del ictus tuvo también una clave deportiva. “Me ingresaron en el Hospital de Manresa y pude recuperarme del ictus con secuelas solo leves. Yo era una persona sana, deportiva y que no cumplía con los principales requisitos de las personas que sufren la enfermedad”. A Badia se le recuerda que Alberto Contador sufrió un ictus antes de conquistar el Tour, la Vuelta y el Giro.

El lunes empezó su aventura, entre el sufrimiento y el reto de conocer su acción y reunir fondos. Lleva un coche de asistencia con un mecánico, los tres primeros días fue Gerard Minoves y hasta el domingo, Boris Sigles. Le cuidan su bici, prestada por Specialized, y le auxilian en el caso de sufrir un pinchazo o avería. Le llevan el avituallamiento y lo protegen del tráfico.

“La etapa de La Molina fue muy dura porque siempre tuve viento de cara”. Tardo 8 horas y media a un promedio de casi 20 por hora, lo que no está nada mal para un ‘humano’. Le quedan todavía las citas con Vilanova, Cambrils y la llegada del domingo a Montjuïc. Un objetivo que le ha supuesto meses de preparación y cogerse una semana de vacaciones, delegando las funciones de la alcaldía de Calaf durante unos días. En verano, también con fines solidarios, quiere realizar la North Cape 4000, una prueba ciclista de larga distancia que une el norte de Italia con el Cabo Norte de Noruega y que quiere cubrir en tres semanas, como si se tratase de un Tour de Francia.

El reto del Movistar y la camiseta para investigar la ELA

No es el único reto solidario que se lleva a cabo en esta Volta puesto que el equipo Movistar ha aprovechado la prueba catalana para dar a conocer una camiseta benéfica en apoyo a la investigación de la ELA, que ha apadrinado Juan Carlos Unzué, extécnico azulgrana y hermano de Eusebio, mánager de la escuadra de Telefónica. Con el apoyo de Lluís Pruñonosa, responsable de Le Coq Sportif en España, los ingresos por la venta de la prenda, con los logos del Movistar, se destinarán a la Fundación Luzón, que trabaja en la investigación de esta enfermedad.

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