El Tourmalet

Bienvenidos a los Lagos

La Vuelta llega este miércoles a su montaña más emblemática, en Asturias

Lago Enol

Lago Enol / S. L-E.

Sergi López-Egea

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Benvenidos a los Lagos, territorio natural, en el día en el que las vacas que normalmente pastan tranquilas no entienden nada, ¿qué estará pasando? ¿qué hacen estos locos, porque están locos, bajando en bici a toda pastilla cuando suben los autocares de la organización? Bienvenidos a los Lagos, aunque las vacas no sepan que este miércoles llega la Vuelta a su gran lugar de peregrinaje, posiblemente a la montaña no solo asturiana sino española que reúne mayor mística ciclista en su asfalto.

Pero da cierta sensación de tristeza, y no por el personaje que, sin duda, es uno de los mayores mitos que ha dado el ciclismo español, no por Pedro Delgado, que sigue siendo una gozada ver su nombre inscrito en la calzada. Pero es triste que no figuren los corredores de la actualidad, como si todo se hubiese anclado en la memorable época que comenzó Delgado y continuó Miguel Induráin.

Bienvenidos a los Lagos adonde solo pueden subir en coche unos pocos escogidos de la organización y un par de vehículos de equipo, con los corredores bajando, los profesionales, los que descienden sin que haya coches en sentido contrario, como hacen bastantes cicloturistas que no tienen paciencia y que se juegan el pellejo mientras ascienden los autocares donde van las personas acreditadas por la Vuelta.

Desde 1983

Son esos Lagos que en un lejano 1983 conquistó Marino Lejarreta para hacerlos entrar, con un solo ascenso, en la leyenda del ciclismo. El lugar donde ganó precisamente Perico en 1992, año olímpico por excelencia, y un marco increíble de belleza para subir cualquier día del año en cualquier vehículo y disfrutar de las vistas, aunque como este miércoles chispee, amenace el tiempo con agua más agresiva y hasta atemorice que alguna nube baje más de la cuenta desde el cielo y cierre el paisaje con una fuerte niebla.

Bienvenidos a los Lagos, tierra de ciclistas, más allá de la Basílica de Covadonga, adonde este miércoles los peregrinos han tenido más problemas de los habituales para admirar el templo y sus joyas religiosas. Bienvenidos a Cangas, repletas de turistas y de cicloturistas, los que han sacrificado la fabada y la sidra para subir a la cercana montaña o los que se han quedado en las calles de la localidad asturiana para ver en directo el paso de los corredores.

Bienvenidos a los Lagos, sin más.

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