en ciclismo de montaña

Tokio 2021: David Valero se cuelga el bronce tras una remontada épica

El ciclista granadino consigue la segunda medalla para la delegación española en los Juegos.

El británico Pidcock, otro corredor 'total', gana el oro en una carrera donde Van der Poel, el gran favorito, se cae.

El español David Valero Serrano, tras conseguir el bronce en ciclismo de montaña.

El español David Valero Serrano, tras conseguir el bronce en ciclismo de montaña. / EFE / CHRISTOPHER JUE

Sergi López-Egea

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Había que escuchar hace unos meses la voz de Carlos Coloma. Hablaba y recordaba la medalla de bronce que conquistó en Río de Janeiro, cinco años antes de la gesta lograda este lunes por su pupilo y sucesor David Valero. Coloma se acababa de retirar a los 39 años. Pero no era un exdeportista triste por una decisión dudosa. Todo lo contrario, porque había decidido dedicarse a preparar a sus sucesores y porque había incorporado a su equipo, el BH-Café Templo, a Valero, al que no cesaba de repetirle que la carrera olímpica de campo a través era como una prueba de MotoGP donde había que salir rápido, sin pausa y sin respiro.

Pero a Valero se le cayó un ciclista delante. Se lió al volver a subir a la bici. Se formó un tapón y se le escapó el grupo bueno, el que se iba a jugar las medallas, en el que estaba no solo Mathieu van der Poel, el gran favorito que se cayó y solo duró 10 minutos luchando por las medallas de los Juegos. Y donde iba también otro fenómeno de la naturaleza ciclista, Thomas Pidcock, otro ciclista total, de los que ganan carreras en la carretera y de los que quieren lucirse con cualquier bici y en cualquier territorio.

Valero, lejos de entregarse, como las hormigas que van avanzando poco a poco cargadas de comida, fue adelantando a rivales, una remontada épica, espectacular, casi única, hasta no solo capturar sino sobrepasar al trío que intentaba amarrar la medalla de bronce, porque Pidcock y el suizo Mathias Flückiger, especialista solo en el ‘mountain bike’, como él, ya estaban tan lejos que era imposible pillarlos.

En un circuito duro como la vida cuando da problemas, con saltos, con piedras, con subidas arrogantes, Valero, a los 32 años, vivió su gran día montado en una bici de montaña, después de convertirse en el mejor ciclista español de la especialidad. Él es de Baza, Granada, con todos los títulos españoles por haber, y bronce también en el Europeo de la especialidad celebrado en Glasgow, en 2018.

Y fue esforzándose al máximo hasta que en el paso por meta que anunciaba la última vuelta ya esprintó para comenzar a ponerse tercero y para no perder la posición hasta que acabó la carrera y dar de este modo la segunda medalla olímpica a la delegación española después de la conseguida el sábado en taekwondo, plata en este caso, por la madrileña Adriana Cerezo.

Valero volverá ahora a Granada, a constatar que cuando acuda a las carreras de ‘mountain bike’ ya será algo más que el ciclista al que temen todos sus rivales. Y lo hará porque sabe que continúa siendo embajador de una especialidad de ciclismo de montaña donde Marga Fullana (bronce en Sydney 2000) y José Antonio Hermida (plata en Atenas 2004) fueron los precursores antes de que Valero sucediera a Coloma y mucho antes de que Van der Poel se cayera para dejar claro que aunque se sea un fenómeno sobre la bici, un ciclista admirado, espectacular, un Tour solo se abandona si es en ambulancia porque luego puede ocurrir lo que ha pasado en Tokio.