El inicio de la ronda francesa

Un Tour atractivo y sin mascarillas

La prueba recupera al público con un trazado animado y con 'clásicos' como el Ventoux y el Tourmalet.

Aún habrá restricciones en los puertos donde no se permitirá el acceso en coche.

 

Mapa del recorrido del Tour de Francia 2021

Mapa del recorrido del Tour de Francia 2021

Sergi López-Egea

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Cuando hace un año el Tour partió de Niza en un inédito mes de septiembre el objetivo era llegar a París. Daba igual quién ganase. Lo importante era que la mayor crisis sanitaria que ha vivido el mundo desde que todo está globalizado no destrozara la prueba y que el virus no castigase a ciclistas y seguidores de la carrera.

La proeza se consiguió y hasta se logró que un chaval entonces con 21 años llamado Tadej Pogacar cautivase por su clase y desparpajo sobre una bici más allá de mirar el lugar donde había nacido. Pero fue una ronda francesa muy triste, sin apenas público en las cunetas y con severas medidas de seguridad que impedían al público acercarse lo más mínimo a los corredores. Fue la Grande Boucle de los 'enmascarados' y de la distancia social en el deporte donde el aficionado siempre está más cerca de los protagonistas.

Un paseo por Brest

Ahora da gusto pasear por las calles de Brest, donde el sábado comienza el Tour 2021, nada menos que con un final en alto. Casi ni importa que aquí todavía no haya llegado el verano. La gente camina con chaquetas y pendiente de que no caiga un chaparrón. Pero lo hace a cara descubierta como dando la sensación de que se ha recuperado la libertad y que la mascarilla queda muy bien, por mucho diseño que lleve, guardada en el bolsillo del pantalón para ponérsela otra vez cuando se entra a cualquier espacio cerrado: las oficinas ambulantes del Tour, un comercio, supermercado o restaurante.

Y si se levanta la vista es probable divisar a alguna figura del Tour entrenando por Brest o los alrededores, la flor del ciclismo y la alegría para un aficionado que podrá volver a los Alpes, a los Pirineos y a montañas tan famosas y celestiales como el Ventoux que se escala en dos ocasiones durante la etapa 11ª de la carrera.

Hay ya permiso para colocarse en la cuneta, aunque todavía primarán las restricciones para acceder a los puertos a los que solo se podrá subir a pie o en bici. Y aquellos que tengan la fortuna de recibir una invitación para asistir a las zonas de salida o llegada del Tour, el terreno acotado, deberán llevar encima una prueba negativa de antígenos o el pasaporte de vacunación.

A por la normalidad

El Tour, así, como tantos otros escenarios de la vida ciudadana, recupera poco a poco la normalidad. Lo hace con un recorrido muy atractivo, un trazado que rehúye en la posible de las llegadas masivas, cinco o seis como máximo, y que tampoco abusa de la alta montaña con unos Alpes más flojos que otras veces, con kilometraje reducido en las grandes jornadas entre cimas para buscar los ataques lejos de las vallas y con dos contrarrelojes, al quinto día y la etapa antes de París, para que las diferencias no se hagan solo en las cuestas.

Si el año pasado la prueba se retrasó y hasta peligró la celebración por culpa de la pandemia ahora se ha adelantado una semana pero por cuestiones deportivas, para que no coincida con la celebración de los Juegos de Tokio, que también quedaron tocados y aplazados hace un año por el caos mundial.

"Llevo dos meses sin competir y entrenando pero creo que estoy listo para luchar por el Tour", dice Roglic

El Tour, ese Tour que se vive en Francia como una fiesta y un acontecimiento de carácter general, permanecerá una semana en Bretaña, entre sus prados verdes y mojados y playas donde a veces se ve y otras no la arena, según le apetezca a la marea. Será una ronda francesa que solo realizará una incursión al extranjero para penetrar en territorio andorrano por unas carreteras que son familiares a casi la mitad de los participantes de la prueba, porque allí han establecido su residencia. Andorra la Vella acoge la llegada de la 15ª etapa tras una durísima ascensión a Beixalís, puerto corto pero traidor. Allí descansará el Tour y allí todo el mundo, ciclistas incluidos, deberán otra vez someterse a test anticovid, si no están vacunados, para regresar de nuevo a Francia y vivir las dos principales jornadas de montaña con llegadas al Portet de Saint Lary y a Luz Ardiden después de pasar por el Tourmalet.

¿Será el Tour del duelo entre eslovenos? Pogacar defiende título y Primoz Roglic se presenta como su principal rival. "Llevo dos meses sin competir y entrenando pero creo que estoy listo para luchar por el Tour", repitió este jueves el corredor esloveno, en Brest.

El poderoso Ineos

Pogacar, el joven; Roglic, el incansable; y contra ellos todo un Ineos con Geraint Thomas (Tour 2018) a la cabeza. Pero que no se preocupen en las filas británicas porque si falla está preparado Richard Carapaz (Giro 2019). Si les pasa algo tienen a Richie Porte (tercero el año pasado). Y si erran todos hasta disponen del recambio de Tao Geoghegan Hart, ganador del Giro 2020. Un importante motivo de preocupación para la pareja eslovena y para que a río revuelto pesquen la sorpresa corredores como Enric Mas o su compañero colombiano Superman López.

Empieza el Tour y lo hace 30 años después de que Miguel Induráin logrará la primera de las cinco victorias consecutivas. Y nada menos que 36 años después del último triunfo francés; un bretón, cómo no, Bernard Hinault, y sin que Julian Alaphilippe, por mucho ‘maillot’ amarillo que se ponga unos días, lo remedie en París. Cómo pasa el tiempo, aunque se hace más agradable cuando se pasea por las ciudades francesas sin una mascarilla en la cara.