La ronda italiana

Giro 2021: Caruso se exhibe, Bernal sentencia

El ciclista siciliano pasa al ataque con la ayuda de Pello Bilbao, se garantiza la segunda plaza y gana en la despedida alpina.

La 'maglia rosa' amarra la victoria final y deja la última contrarreloj como etapa de trámite en Milán.

Caruso gana

Caruso gana / GIRO DE ITALIA

Sergi López-Egea

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En la historia del ciclismo hubo corredores que crecieron y se formaron para ser gregarios hasta que un día dieron un golpe de autoridad sobre el asfalto para proclamarse jefes de fila, ídolos de la afición y hasta figuras mundiales. Sin tener que recuperar las imágenes en blanco y negro de este deporte aparecen dos nombres destacados que cumplen estos requisitos: Claudio Chiappucci y Purito Rodríguez. Y ahora Damiano Caruso, en el día de su gran exhibición como ciclista; con valentía, sin temor, con Pello Bilbao a su lado y para complicarle la vida a Egan Bernal, que dejó el Giro visto para sentencia en los Alpes con la ayuda de Jonathan Castroviejo.

En un ciclismo que mantiene en activo a los corredores hasta los 40 o más allá (y si no que se lo pregunten a Alejandro Valverde que este domingo debuta en el Dauphiné), Caruso no es ni mucho menos viejo a los 33 años y tiene ahora muchos días de pasión escrito en sus pedales para salir al rescate de un ciclismo italiano, que este sábado necesitaba de su furia, energía y coraje para creer en alguien visto y comprobado que Vincenzo Nibali ya ha ofrecido sus mejores éxitos como ciclista.

Si el Giro esperaba otra ofensiva de Simon Yates, el corredor que solo funciona si hace calor, todo lo contrario a lo ocurrido en la despedida alpina de la carrera, fue Caruso el que pasó al ataque, el que demarró a muchos kilómetros de meta, tal cual se hacía en el ciclismo de antaño y tal cual se debe hacer ayer, hoy y siempre si se quiere ganar una carrera más allá del frío de las vallas de la zona de meta.

Y encontró Caruso la bici amiga de Bilbao. "Le debo el 70% de mi victoria", declaró en Italia. Y puso en apuros, solo en apuros, a un Bernal que muy inteligentemente y mejor que en jornadas precedentes, conocedor de que viajaba protegido por un Ineos increíble, se puso al refugio de sus compañeros que siempre controlaron en la distancia a Caruso; que se escapase, que ganase la etapa, que se pusiera a dos minutos en la general, que se reafirmarse como segundo del Giro… da igual porque este domingo será Bernal el que vestirá en Milán, después de una contrarreloj de trámite, la ‘maglia rosa’ definitiva.

Bilbao y Castroviejo

Caruso puso a trabajar a Bilbao, con Romain Bardet chupando rueda. Por detrás, Castroviejo volaba en los descensos para que el ciclista siciliano no se subiera a las barbas de Bernal. Y la ‘maglia rosa’ se pegó a la rueda del ciclista vasco. Un vizcaíno por delante y otro en su persecución.

Y cuando Bilbao dijo basta, cuando se ganó la palmada solidaria de Caruso, fue el segundo clasificado el que se lanzó hacia la victoria y quién sabe si soñando con un milagro imposible. Cuando Castroviejo se quedó sin fuerzas, Bernal todavía encontró la compañía impagable de Daniel Martínez, gregario en el Ineos y jefe de filas en cualquier otro equipo de la tierra.

Y así llegaron a la última cumbre del Giro. Caruso ganó la etapa y el respeto del mundo ciclista, mientras que Bernal, segundo en la cima, ya se veía como el triunfador de un Giro que ha dominado salvo un par de días con los puños algo caídos.

Este domingo en Milán, con Filippo Ganna como gran favorito a la victoria en la última etapa, Bernal vivirá una contrarreloj para disfrutar y convertirse después en el segundo colombiano que gana el Giro tras Nairo Quintana en 2014.