QUINTA ETAPA

El Deceuninck se exhibe en la Itzulia

Dos ciclistas del conjunto belga, Honoré y Cerny, llegaron juntos a la meta de Ondarroa antes de la etapa reina y final de la ronda vasca

Deceuninck en la Itzulia

Deceuninck en la Itzulia / ITZULIA / PHOTO GÓMEZ SPORT

Sergi López-Egea

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El Deceuninck es una maravilla de equipo. No hay nada más que añadir. Hace años se decía que valían para etapas, para clásicas, pero que no servían para grandes rondas, ni siquiera para carreras de una semana, como es el caso de la Itzulia. Es verdad que sigue primando la teoría de cuantos más triunfos se consigan mucho mejor, pero con Julian Alaphilippe en las filas o cuando Remco Evenepoel se recuperé --la intención es ir al Giro-- muchas otras metas son posibles.

Este jueves se disputaba a priori la etapa más sencilla de las seis diseñadas en la Itzulia. Todo apuntaba a una posible llegada en masa a Ondarroa, pero el Deceuninck quiso evitar las previsiones, apostó por la fuga y dos de sus corredores, un danés y un checo, Mikkel Honoré (vencedor) y Josef Cerny, se presentaron a la línea de meta dándose palmadas y casi repartiendo la victoria entre los dos.

La pelea por la general

Por detrás, se dejó la pelea definitiva por la victoria para este sábado, última etapa y jornada reina, con el estadounidemse Brandon McNulty como líder y pendientes siempre de la pelea en el duelo esloveno entre Primoz Roglic y Tadej Pogacar.

Solo queda una etapa, pero qué etapa. Nada menos que siete puertos esperan a los ciclistas de la Itzulia con la subida final a Errate, por encima de los tejados de Eibar. ¿Y qué sucedió en Errate la última vez que se subió en bici? Pues fue la primera etapa de la Vuelta a España, trasladada a octubre, con victoria de Roglic, primer líder y el aviso de lo que luego pasó y que no fue otra cosa que el triunfo final del corredor esloveno en la ronda española.