la ronda española

Un triunfo con mucho lío en la Vuelta

Los jueces descalifican a Sam Bennett y le dan la victoria de la novena etapa a Pascal Ackermann, después de que el velocista irlandés se enredase dando cabezazos

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Sergi López-Egea

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Llega el comunicado oficial de los jueces de la Vuelta. "Sam Bennett, descalificado por maniobra irregular". Sam Bennett ha levantado los brazos después de sacar de rueda a todos sus rivales en la llegada masiva a Aguilar de Campoo, la ciudad palentina que nunca había acogido una llegada de la carrera, la localidad de Alberto Fernández, el gran ciclista que se mató en un accidente de tráfico en 1984 cuando regresaba a casa tras una entrega de premios en Madrid. Lo llamaban 'El Galletas' porque los vecinos de Aguilar de Campoo viven y trabajan en las fábricas que se dedican a ello.

"Maniobra irregular" hasta suena bien, pero si se traduce al lenguaje popular aparece como cabezazo, y no uno, sino dos, los que Bennett dio cuando el pelotón iba a 60 por hora y a poco más de un kilómetro de meta al letón Emils Liepins. Justificó el esprínter irlandés que se encontraba encerrado contra las vallas y que tuvo que abrirse camino de la forma que pudo para ganar la posición. Pero, por Dios, ¿a cabezazos? ¡No fastidies, Sam Bennett! Qué esas cosas no se hacen, que eso es un peligro público y una falta de respeto a Liepins y al resto del pelotón, porque si con la acción uno de los dos, los dos o cualquiera que pasaba por allí se va al suelo, se podía producir un accidente más gordo que las cajas de galletas de Aguilar de Campoo.

Esas cosas no se hacen

Que esas cosas no las tiene que hacer uno de los dos mejores velocistas del mundo, junto al ausente Arnaud Démare, y que fue privado, por lo tanto, de la que habría sido su 50ª victoria profesional, que se le dio al alemán Pascal Ackermann, ajeno al incidente, pero que tuvo a bien cruzar la línea de meta en segunda posición.

Los jueces repitieron las imágenes de televisión, lo que sería impropio denominar como VAR, porque antes de que el fútbol se liara con los vídeos y el cambio de criterio de los árbitros, aquí en el ciclismo ya hacía años que se practicaba, así que no inventaron nada.

Detrás de la meta, discusión subida de tono entre Bennett, su director y los jueces porque querían tener razón cuando ya les habían quitado la etapa más calmada y tranquila de lo que se lleva de Vuelta. Vamos, que hasta pareció por un día que se estaba en una carrera diferente, tranquilos, sosesagos, con la escapada de todos los días que no iba a ninguna parte, y menos a la meta de Aguilar de Campoo, y todos recuperando fuerzas pensando en las montañas de Asturias.

La opinión del líder

"Ha sido un día tranquilo y llevadero, para recuperar fuerzas", justificó el líder Richard Carapaz, como queriendo dar paz y tranquilidad a Primoz Roglic, su principal oponente, que celebraba los 31 años vestido de verde como líder de la regularidad.

En la tierra de 'El Galletas', tercero de los Giros 1983 y 84 y segundo de la Vuelta 84, la carrera se serenó aunque todo acabase con un buen lío por los cabezazos impropios de Bennett.

En la tierra de 'El Galletas', buen escalador, una vida truncada cuando tenía una Vuelta en sus piernas, con la meta vacía siempre por culpa de la maldita pandemia, el pelotón solo se alteró los dos últimos kilómetros, cuando se lanzó el esprint, cuando Bennett se lió a cabezazos y cuando todos los favoritos, sin excepción, buscaron la zona tranquila, en la parte central del pelotón, no fuera caso que algún velocista enloqueciera y montase un lío aún mayor que el que organizó Bennett para romper la tranquilidad en un día que invitaba a la Vuelta a correr en paz.

Todas las clasificaciones en la página oficial de la Vuelta.