el héroe del día

Pogacar, a París, en amarillo, blanco y a lunares

El corredor esloveno afirma que aún no se cree la victoria y que ya estaba contento con acabar segundo por detrás del derrotado Roglic

pogacar

pogacar / periodico

Sergi López-Egea

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La cobertura era tan mala en la cima de la Planche des Belles Filles que Tadej Pogacar no pudo hablar con sus padres y solo charló dos minutos, entrecortado, con su novia. Era el mismo chaval que hasta hace poco pedía a los periodistas que conocía que le enviasen los enlaces a sus padres de los textos que escribían sobre él. Y este domingo llegará a los Campos Elíseos no solo con el jersey amarillo de líder, sino como mejor escalador y como mejor joven de la carrera: también a lunares y con el blanco de los menores de 25 años (segundo Enric Mas).

Este "prodigio de la naturaleza" como lo define su descubridor y director deportivo, Joxean Fernández, a quienes todos llaman 'Matxin',  es quizás el ciclista que mejor se recupera de los esfuerzos, "gracias a la genética y por eso solo les puedo dar las gracias a mis padres", bromeó Pogacar, vestido con el jersey amarillo y todavía sin creerse que subirá a lo más alto del cajón de los Campos Elíseos. Sin creérselo "sin querer cambiar mi forma de ser porque yo solo soy un chico de Eslovenia", así con sencillez y aturdido por acudir a la primera conferencia de prensa presencial que se realizó en el Tour de los vídeos, las mascarillas y la distancia social por culpa del coronavirus.

Creía que acabaría segundo

"No me lo puedo creer porque yo ya estaba feliz sabiendo que iba a ser segundo en París. No me lo creo. Llegaba aquí por primera vez y gano la carrera. Es uno de los mejores día de mi vida", repetía Pogacar, con su jersey amarillo, con su máscara amarilla, aunque viendo el mundo de color azul y maravilloso por una victoria que hoy confirmará en París. "El miércoles pareció que se terminaba todo en el Col de la Loze donde fui tercero. Hubo ese día dos corredores por delante mío. Parecía que allí se acababa el Tour y que solo se trataba de sobrevivir hasta París. Y ahora llega esto. La verdad no sé que es lo que le ha pasado a Roglic. Solo sé que me ha abrazado al acabar. Es mi amigo. Pero los dos corríamos aquí para ganar".

Con 21 años hace nada que se aficionó a este deporte. "Yo recuerdo que el primer Tour que vi fue el del 2009. Yo quería ser comoContador y también comoAndy Schleck". En aquella época, cuando el ciclista madrileño ganó su segundo Tour ante su rival luxemburgués, Pogacar solo era un niño de 10 años. "La verdad es que ya estipulé toda la preparación del año para el Tour. El confinamiento fue duro, pero se trató de no perder la calma y realizar una serie de sesiones para no perder la forma por aquel entonces", explicó el jersey amarillo.

La tristeza de Roglic

En el otro lado de la escena estuvo Primoz Roglic que admitió, no le quedaba otra, su derrota ante su joven compatriota. "No ha sido un buen día y solo puedo dar la enhorabuena a Pogacar. Sé que lo he dado todo por lo que solo puedo decir que estoy orgulloso de llegar segundo a París y poder subir al podio.Así es la vida", afirmó el líder del Jumbo con aire de estar abatido.

Fue el día de Pogacar, el ciclista que en el 2019 corrió en Portugal su primera carrera profesional. Acudió en el mes de febrero a la Vuelta al Algarve y los ganó a todos para demostrar que acababa de nacer una estrella. El año pasado debutó en la Vuelta y llegó a Madrid como el tercero de la general.