Todos contra Sagan: primer lema en el Tour de Francia

No solo los aspirantes al jersey amarillo -que son unos cuantos este año- aspiran a hacer cosas grandes en el Tour. Hay otra batalla, intensa y hasta más peligrosa. Se denomina el combate de los locos del esprint, los que bajan la cabeza, los que menean la bici como si bailasen con ella a 60 por hora, los que no tocan el freno ni por asombro y los que se juegan el bigote sin pánico con tal de demostrar que son los más rápidos del pelotón. Para ellos la ronda francesa solo tiene una semana, la aparentemente -solo aparentemente porque el miércoles ya aparecen las primeras colinas- llana, la llamada a ser escenario de los velocistas.

Este sábado todo está preparado en la avenida del Parque Real de Bruselas para que el Rey de los belgas, que por supuesto no es Eddy Merckx, corone al primer velocista del Tour. "Nosotros somos un equipo belga y esta primera semana es vital. Todos van a trabajar para Viviani", explica Enric Mas, como integrante del Deceuninck. Pero solo uno, uno nada más, podrá sentir el placer de la victoria, recompensada, además, al ser la primera etapa, con el premio extra del jersey amarillo con el dibujo del Atomium.

Los aspirantes

Sin embargo, Viviani como Dylan Groenewegen, Matteo Trentin, Michael Matthews, Alexander Kristoff, Christophe Laporte, Caleb Ewan o Edvald Boasson Hagen, aunque sin MarkCavendish, saben que con ellos está el que más sabe, el más pillo, que no quiere decir el más rápido, y el que conoce como pocos, vive para ello, el sabor de la victoria en el Tour. Es, nada más ni nada menos, que Peter Sagan, el ciclista que cobra como favorito a la victoria final en el Tour, el que más bicis vende, el que más espots protagoniza y el que más hinchas mueve por todas partes.

El primer lema de este Tour que nace este sábado en las calles de Bruselas, con la ciudad cortada al tráfico y el metro gratis para los vecinos, es todos contra Sagan, el aspirante número uno al jersey verde, el que sirve para distinguir al más rápido del pelotón. Él, como tricampeón del mundo que ha sido, aspira a un séptimo título en París. Pero aún le faltan tres semanas.