la ronda francesa 2019

Enric Mas, un 'tapado' para el Tour

El ciclista mallorquín, segundo en la Vuelta del año pasado, debuta en la ronda francesa para aprender pero pensando en la general

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Sergi López-Egea

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No es muy habitual organizar una conferencia de prensa rodeado de frutas y verduras, frente al mostrador del pan y el de los frutos secos y que mientras responden los ciclistas a las preguntas de los periodistas haya gente llenando los carritos con la cesta de la compra. Los supermercados belgas, y más si pertenecen a una cadena internacional, no son muy distintos a los que puedan haber en ciudades como Barcelona o Madrid. Pero, eso sí, sin la sorpresa de que aparezcan en su interior algunas de las estrellas del Tour, como Julian Alaphilippe o un joven corredor de Artà, un pueblo del norte de Mallorca, ahora afincado en Andorra la Vella, y que se llama Enric Mas.

En el centro del grupo de ciclistas del Deceuninck, que acuden a un supermercado de las afueras de Bruselas por cuestiones de patrocinio, se encuentra Julian Alaphilippe, uno de los grandes atractivos del ciclismo francés. A su lado, Elia Viviani, que espera ser el alma de los esprínts, con permiso de Peter Sagan, responde a periodistas italianos y belgas, mientras que Mas se rodea con la prensa española, mientras recuerda su paso por la Vuelta del año pasado, adonde, dice, llegó en peor forma que este año al Tour... y acabó segundo.

Asegura este mallorquín de 24 años que ha venido al Tour para aprender que aspira a quedar entre los 10 primeros pero, a la vez, como tantos otros, reconoce que esta ronda francesa está muy abierta y que la puede ganar cualquiera de los ciclistas que aspiran a la general con una larga lista. "No hay nada claro a la hora de apuntar a un favorito, yo vengo aquí para intentar estar bien situado en la general hasta el último día".

Equipo especial

Su equipo es muy especial, distinto a todos los demas. El Quick Step de toda la vida, ahora segundo patrocinador de la escuadra belga, siempre ha dado la impresión de que prefiere ganar etapas a luchar por las generales de las grandes vueltas. Es una escuadra capaz de tener siempre a un aspirante a la victoria en todas las clásicas pero, hasta ahora, cuando llegaba el Tour había que buscar con lupa al mejor de ellos bien clasificado. 

De repente se han encontrado con Mas, un ciclista 'raro' en esta escuadra, el que, a diferencia de Alaphilippe, por ejemplo, que ha ganado o lo ha intentado en todas partes, él se ha concentrado en altitud, primero en Colombia y luego en Sierra Nevada. Y, cuando no, se ha ido a Andorra a encadenar puertos. Ha preparado el Tour al viejo estilo, olvidándose de cuantas generales de pequeñas carreras había en el camino, y solo ha pensado en la ronda francesa, en exclusiva.

Con libertad

Por esa razón, va a tener libertad de movimiento en su equipo, lo que no quiere decir gregarios a su servicio. O sea, hablando claro, se tendrá que buscar la vida en la montaña, aunque, eso sí, cuenta con un ciclista que lo atiende, Dries Devenyns, al menos para que no se desgaste yendo al coche a por agua.

"Yo he venido aquí para aprender pero, en el fondo, el Tour es una carrera más". Por dentro, si cabe, no se diferencia de otras pruebas, aunque todo se magnifica, sobre todo en lo relacionado al público y al impacto mediático. Hasta este jueves, por ejemplo, Mas jamás había estado rodeado por una nube de periodistas españoles. "Primero pensamos en ganar la contrarreloj por equipos del domingo, puesto que se corre en Bruselas y nosotros somos un conjunto belga. Después sí que me preocupa la tensión que habrá en la primera semana. Pero estoy muy bien físicamente y esto me motiva".

Mas lleva años progresando hasta dar el salto en la Vuelta del año pasado. Quizás estará menos marcado en la montaña que rivales más veteranos por lo que, al menos, gozará de mayor margen de movimiento. Quizá sea el 'tapado' de este Tour. Calidad no le falta. Ni mucho menos, porque desde hace años, primero en Arta y ahora en Andorra, se está formando un ciclista con gran clase, el elegido por Alberto Contador como su heredero, y un escalador puro que, además, sabe responder en la contrarreloj.