EL INICIO DE LA RONDA ITALIANA

El escenario del Giro se abre en Israel

Froome y Dumoulin inician su particular duelo, sin españoles luchando por la victoria final, con dos contrarrelojes y siete llegadas en alto donde destaca el Monte Zocolan

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pinot / tcx

Sergi López-Egea / Barcelona

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Muchas cosas, y no todas deportivas, sirven para convertir el Giro 2018, que comienza este viernes en Jerusalén, en un foco de atención mediática. Lo primero es el lugar de salida, el estado de Israel, en lo que será la primera ocasión en que una carrera de tres semanas parte de territorios alejados de Europa. Lo segundo es la presencia de Chris Froome, con la duda de saber si es el gran favorito, más por su situación personal en la lucha para demostrar que no se dopó en la Vuelta, que por su estado de forma, y la tercera la ausencia de un líder sólido por parte española, después de que en las últimas ediciones corredores como Alberto ContadorAlejandro Valverde Mikel Landa, por lo menos, hayan ilusionado en la lucha por la carrera. O incluso la hayan ganado como ha sido el caso del ciclista madrileño ya retirado de la competición.

"Dumoulin es el campeón del mundo y no sería ninguna sorpresa que me saque un tiempo en la contrarreloj inicial aunque yo también quiero ganarla". Las palabras de Froome, pronunciadas en Jerusalén para escenificar qué puede ocurrir en los casi 10 kilómetros de la contrarreloj inaugural de la prueba, ponen sobre la mesa el nombre de Tom Dumoulin, quien no solo es el campeón del mundo de contrarreloj si no el defensor del título de vencedor del Giro que consiguió el año pasado en Milán.

De los paisajes de Israel a Sicilia

Israel, donde permanecerá la prueba hasta que el domingo vuelen todos los corredores hasta Sicilia, en lo deportivo debe ser solo un escenario de exhibición para los velocistas, al margen del resultado de la ‘crono’ inicial. Sin embargo, servirá para que el país muestre sus encantos paisajísticos al mundo mientras los ciclistas y toda la caravana de la prueba se percaten de las tremendas y férreas medidas de seguridad. Hace unas semanas los responsables de los equipos fueron convocados a una reunión extraordinaria donde les explicaron toda la protección que van a tener hasta que el domingo tomen el vuelo de salida desde Tel Aviv.

Desde Jerusalén ya se vislumbra este duelo principal entre Dumoulin y Froome, marcado por la duda, aunque resulta complicado creer que el caso de dopaje que afecta al británico se resuelva antes de la conclusión de la carrera. A ellos se unen otros nombres en la lucha por la victoria como los de Fabio Aru, el gran héroe de los italianos, el francés Thibaut Pinot o los colombianos Esteban Chaves Miguel Ángel ‘Supermán’ López.

El Movistar apuesta por un equipo encaminado a luchar por las etapas más que por la general con el prometedor ecuatoriano Richard Carapaz y el más experimentado colombiano Carlos Betancur como principales bazas sin olvidar al murciano Rubén Fernández. En total, 12 españoles corren el Giro. Aparte de Fernández figuran Pello Bilbao Luisle Sánchez (Astana), Fran Ventoso (BMC), Rubén Plaza (Academia de Israel), Mikel Nieve (Mitchelton), Víctor de la ParteAntonio Pedrero y Rafa Valls (Movistar), Igor Antón (Dimension Data), David de la Cruz (Sky) y Markel Irizar (Trek).

Y todos, todos, se encontrarán con un trazado que incluye siete llegadas en alto y dos contrarrelojes individuales. Como siempre, cuando aparezcan los Alpes, habrá que estar pendientes del tiempo y de la nieve, en una primavera que, por ahora, se presenta muy traicionera en cuanto a los cambios de tiempo, sobre todo en la montaña.

Destaca en la primera parte de la carrera las subidas al volcán Etna, de grato recuerdo para Contador, y la visita al Gran Sasso, eterno tributo a Marco Pantani. Ya, adentrada la competición, surge la etapa reina (la número 14) con la llegada al monte Zoncolan, el ‘infierno’ italiano, porque realmente es una crueldad de interminable subida con 10 kilómetros y tramos con porcentajes por encima del 20%.

La sentencia alpina

Luego, ya en la parte final, y antes de que el Giro se desplace de los Alpes a Roma (este año se termina en la capital italiana por la iniciativa de unir la fe hébrea y católica en un viaje de Jerusalén al Vaticano) se incluyen las ascensiones a Prato Nevoso y Cervinia. Antes, por supuesto, la contrarreloj decisiva (etapa 16) que parte de Trento con 34 kilómetros en el menú del día. ¿Será el Giro de Froome? ¿Habrá que estar pendiente, solo por si acaso, de quién acaba en segunda posición? O ¿será la carrera de la explosión definitiva de Dumoulin? Hay tres semanas de magia ciclista en el horizonte.

Todos los participantes y etapas en la página oficial del Giro.

Los tres favoritos

<strong>CHRIS FROOME</strong>