LA RONDA CATALANA

Un incuestionable Valverde se exhibe en La Molina

El ciclista murciano con la ayuda de Nairo Quintana y Marc Soler recupera el jersey de líder de la Volta

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Sergi López-Egea / La Molina

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La actividad por los 'pinganillos' era descomunal. Dirigían Eusebio Unzué (mánager) y José Luis Arrieta (director) las operaciones y las coordinaba Alejandro Valverde desde la bicicleta. Se ascendía a La Molina y ya hacía unos pocos kilómetros que Marc Soler, la perla del ciclismo catalán, había hecho añicos el pelotón de la Volta. Soler iba por delante pero lo aconsejaban por detrás a través de la emisora de radio del equipo Movistar. A Soler le llegaban las órdenes al auricular de la oreja. Y las escuchaba Valverde, al igual que Nairo Quintana, a quien no se le caían los anillos para ayudar al corredor murciano, al 'Bala', a conseguir en La Molina la victoria que ya logró el año pasado, un triunfo que, además, lo recompensó con el jersey de líder de la ronda catalana, con todo de cara para ganar el domingo la carrera en Barcelona.

No se ponía nervioso Soler. Quedaban siete kilómetros y llevaba una pequeña ventaja de segundos. Como si subir un puerto de montaña fuera fácil, en un pequeño acelerón, Valverde enlazó con su compañero de equipo y poco después se les unió Quintana. Pedaleaba también por allí el corredor francés Pierre Latour, que será gregario de Romain Bardet en el Tour. Y, por supuesto, este extraordinario ciclista colombiano, más joven incluso que Soler, que se llama Egan Bernal, el diamante en bruto del Sky, que hasta se atrevió, a los 21 años, a disputar el esprint final por la victoria con un corredor que podría ser su hermano mayor y que ya corría en bici cuando él iba a gatas. Por supuesto, Valverde.

El peligroso Egan Bernal

Si Bernal no hubiese existido, si Bernal no fuera un escalador capaz también de entrar al esprint de una etapa llana, como hizo el martes en Valls, quizás, ahora, el podio provisional de la Volta sería completamente de color azul, del azul del Movistar. Pero Bernal, al que llaman 'La Bestia', no se arrugó ante la gran estrella ciclista de su país, Quintana, que trataba de desgastarlo. Lo atacaba para que cediera y para que Valverde tuviera todavía más fácil la victoria en La Molina.

Cedió Soler porque siete kilómetros de ascenso con el látigo en la mano y el corazón a 200 pulsaciones son demasiado para cualquiera, sea una estrella de presente y con el futuro en su bici, o sea la gran figura de la Volta, un Valverde que guardaba energía para ganar la etapa.

El trío del Movistar

Nadie podía con el trío del Movistar, un equipo que este año quiere trabajar este número, porque tres serán los líderes que llevarán al Tour, con Quintana, con Valverde y con Mikel Landa, que este viernes conocerá los ladrillos del norte de Europa, pensando en la etapa de 'pavés' del Tour (quizá la jornada más decisiva de la próxima edición de la ronda francesa) ya que se ha apuntado a la E3 Harelbeke. Por detrás, Simon Yates (su hermano gemelo Adam se rompió la cadera el miércoles en Camprodon), a quien se apuntaba como el gran peligro para Valverde, nada podía hacer, ya que circulaba siempre rondando el minuto de diferencia con el ciclista murciano.

Y como era de esperar, dando la sensación de que esprintar en cuesta era como hacerlo en bajada, Valverde se comió a Bernal que solo pudo disfrutar, sí disfrutar, de pelear a su edad con un Valverde que lo primero que hizo, tras cruzar la línea de meta, fue felicitar al joven talento colombiano. "No puedo estar triste, sino feliz porque Valverde es una estrella y me ha ganado", confesó Bernal. "Siempre estuvo todo controlado y no solo por Nairo Soler, si no por el resto del equipo", defendió un feliz Valverde.

Todas las clasificaciones en la página oficial de la Volta.