LA ÚLTIMA CARRERA

Contador: "En el Tour tomé la decisión de retirarme"

El ciclista madrileño afronta su última Vuelta a España animado para intentar ganarla pero con la incertidumbre de saber cuál es su estado de forma

Alberto Contador

Alberto Contador / ms

Sergi López-Egea

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Hubo un día no muy lejano, por allá el 9 de julio, en el que Alberto Contador pedaleaba por los montes del Jura animado y feliz por las buenas sensaciones que sentía. Estaba en el Tour e iba a rueda de los corredores del Sky. Observaba a los rivales que iban a su estela como Romain Bardet o Richie Porte. Por delante, siempre, Chris Froome y Mikel Landa. Llovía ligeramente y la carretera estaba resbaladiza. En eso, hubo un frenazo fuera de la cuenta. Era Rafal Majka, ciclista polaco. Clavó tanto el freno que le derrapó la bici y se estampó contra el suelo. Iban a más de 70 kilómetros por hora. Nairo Quintana se percató del accidente y pudo reaccionar. Levantó la bici y saltó por encima del corredor del Bora. ¡Un susto tremendo! Contador lo vio, pero lo vio tan cerca que se comió a Majka y se estampó de bruces.

Dos caídas en un día

Fue el primer accidente. Otra vez el cuerpo magullado y cuando todavía no se había recuperado del susto, Quintana, por detrás, hizo un movimiento extraño en los primeros kilómetros de la subida al Mont del Chat. Otra vez al suelo. Luego llegó la caída y retirada de Richie PorteContador se descolgó y por primera vez llegó a una meta del Tour a más de cuatro minutos del resto de favoritos. Fue más que una caída. Fue el principio del fin. Mientras sufría por los golpes, mientras se despedía de intentar pelear de nuevo por un triunfo en París, Contador tomó la decisión. Era su último Tour y era también su última campaña en activo. Faltaba solo profundicar cómo y dónde se iba a retirar. Y, sobre todo, decidir si corría o no la Vuelta que comienza este sábado en la ciudad francesa de Nîmes. 

El relevo, de Contador a Landa

Contador, desde el Mont del Chat, camino de Foix, fugado y en compañía de Landa (quizá la imagen del relevo en el ciclismo español), luego en los Alpes y finalmente en la contrarreloj de Marsella, comenzaba a ser historia del ciclismo. Ya tenía decidido que jamás volvería a la ronda francesa como corredor.

"Siempre he sido super profesional por lo que acudo a la Vuelta animado, ilusionado y decidido a darlo todo hasta el último día"

Llegó a Madrid y descansó. Y, poco a poco, comenzó a animarse y a apartar otra idea que le rondaba por la cabeza. "Pensé también en correr hasta el Giro y retirarme en Milán". Entrenando por la sierra de Madrid, mientras subía por Rascafría, por Cotos, por Navacerrada, ya lo vio claro. Las piernas funcionaban, las sensaciones eran las correctas. Sí. Iría a la Vuelta. Lo haría con la incertidumbre de saber si acabaría o no de rendir como siempre le ha gustado. "Es la primera vez que afronto la Vuelta tras acabar el Tour y por eso tengo algunas dudas sobre mi rendimiento. Otras veces, cuando me apunté a la Vuelta, fue después de una caída en el Tour. Pero siempre he sido superprofesional, por lo que acudo animado, ilusionado y decidido a darlo todo hasta el último día". 

Padrino de un nuevo equipo

Y el último día será el domingo, 10 de septiembre, en la plaza de la Cibeles de Madrid. Ya con la oscuridad de la noche, cuando sean casi las 9, Contador pasará de ser un ciclista profesional a una leyenda del ciclismo con triunfos en el Tour, en la Vuelta y en el Giro, quizá el mejor corredor para carreras de tres semanas, junto a Froome, en lo que se lleva de siglo XXI. "Me ilusiona, aunque no ha tenido nada que ver con mi retirada, convertir a mi fundación (donde corre la flor y nata de las promesas españolas) en equipo profesional (será el filial del Trek), de categoría continental (lo que se podría considerar como la segunda división del ciclismo). En este proyecto trabajaré el año que viene". 

La ilusión de la Vuelta

"Nibali es el que mejor ha preparado la Vuelta porque no corrió el Tour, pero Froome es el gran favorito y el que lleva al mejor equipo"

Contador se va pero no se aparta del ciclismo. Sin embargo, antes, le aguarda una Vuelta en la que quiere luchar, sobre todo, con los que considera como los dos máximos favoritos a la victoria: Froome y sobre todo Vincenzo Nibali. "Él es el que mejor se ha podido preparar para la Vuelta porque no disputó el Tour y ha tenido más tiempo para prepararse. A Froome, seguramente, se le puede considerar como el gran favorito, pero sobre todo es el ciclista que lleva al equipo más potente". 

"En la etapa 9 del Tour comencé a decidir que me retiraba del ciclismo. Y ya no hay vuelta atrás". Ni siquiera en el supuesto de que ganase en Madrid. "No hay mejor lugar que la Vuelta para decir adiós al margen del resultado que consiga". Guerra dará. De eso no hay duda. Contador será Contador, el inconformista, aunque se caiga, hasta el fin de sus días como corredor profesional.