Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Viajar en Catalunya

El pueblo de Lleida con un emblemático santuario que recuerda al Escorial de Madrid

La localidad ofrece siglos de historia y patrimonio, además de paisajes naturales

El pueblo catalán con encanto que da nombre a una estación de metro de Barcelona

Vivir bien en Lleida: este es el sueldo que necesitas para llegar a fin de mes sin problemas

Santuario de Sant Ramon Nonat.

Santuario de Sant Ramon Nonat. / MARIA ROSA FERRE / Wikipedia

Patricia López Avilés

Patricia López Avilés

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En invierno o en verano, en otoño o en primavera, la provincia de Lleida siempre tiene algo que ofrecer. Da igual la estación del año en la que decidas visitarla: cada época despliega su propio encanto

Desde los paisajes nevados que cubren los Pirineos en los meses fríos, hasta los campos de frutas en flor que tiñen de colores la llanura en primavera, Lleida invita a descubrirla una y otra vez, con la promesa de que siempre se descubren nuevos rincones

Más allá de sus pueblos con encanto y de un patrimonio histórico que habla de siglos de tradición, la provincia es un destino privilegiado para los amantes de la naturaleza

Un pueblo con encanto

Sus valles, montañas y ríos crean un escenario único donde se pueden practicar deportes de aventura en cualquier momento del año: senderismo, trekking... o esquí cuando llega el frío. 

Pero Lleida no es solo montaña, es también cultura, gastronomía y pueblos con encanto: pasear por sus calles medievales, descubrir castillos y monasterios escondidos, degustar productos de proximidad o dejarse sorprender por fiestas populares son experiencias que se suman a la oferta de la provincia

Uno de estos pueblos es Sant Ramon, un municipio situado en el corazón de la comarca de La Segarra. La localidad ofrece siglos de historia y patrimonio, además de paisajes naturales por los que se pueden hacer rutas a pie entre campos de cereales y construcciones de piedra. 

El Escorial de La Segarra

Pero, sin duda, lo que más destaca en el pueblo es el santuario de Sant Ramon Nonat, un imponente lugar de culto de estilo barroco y neoclásico construido entre los siglos XVII y XVIII, donde se congregan una iglesia, un claustro y un antiguo convento

Santuario de Sant Ramon Nonat.

Santuario de Sant Ramon Nonat. / MARIA ROSA FERRE / Wikipedia

El majestuoso templo se construyó en honor a Sant Ramon Nonat, un fraile del orden de la Mercè que, según cuenta la leyenda, nació de forma milagrosa después de la muerte de su madre durante una cesárea

Además, su planta cuadrangular y sus grandes dimensiones han conseguido que algunos curiosos le denominen ‘El Escorial de la Segarra’, puesto que recuerda al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, situado en la localidad española de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid, reconocido como Patrimonio de la Humanidad.

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en la Comunidad de Madrid.

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en la Comunidad de Madrid. / Wikipedia

'Ací es nat Sant Ramon Nonat'

Pero sus peculiaridades no acaban aquí, ya que el santuario catalán cuenta con una gran portalada barroca única en Catalunya que conserva la inscripción esculpida: 'Ací es nat Sant Ramon Nonat' (aquí nació Sant Ramon Nonat). 

Asimismo, la puerta de entrada tiene cuatro columnas salomónicas separadas por una pared, y dentro del santuario se alza un impresionante altar presidido por una imagen del santo.

Altar del santuario de Sant Ramon Nonat.

Altar del santuario de Sant Ramon Nonat. / MARIA ROSA FERRE / Wikipedia

Ideal para los amantes del senderismo

Otro espacio destacado del conjunto religioso es el claustro neoclásico, construido a finales del siglo XVIII, que cuenta con dos plantas y una serie de columnas de grandes dimensiones.

Aparte del santuario, el entorno de Sant Ramon es ideal para los amantes del senderismo: sus rutas transcurren por campos de cereales, cabañas de pastores y zonas boscosas perfectas para perderse entre la naturaleza leridana.