Berguedà

La esencia de las colonias sobrevive en el Berguedà

Un plan director urbanístico del 2007 mantiene el enorme patrimonio histórico, cultural e industrial en el entorno del Llobregat, a la vez que proporciona a los municipios ayudas para restauración

Antigua colonia textil L'Atmetlla de Merola, en el municipio de Puig-reig, hace un par de semanas.

Antigua colonia textil L'Atmetlla de Merola, en el municipio de Puig-reig, hace un par de semanas.

LUIS BENAVIDES / Berguedà

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Las colonias industriales situadas en el valle del río Llobregat fueron durante el siglo XIX uno de los motores principales de la industria catalana. En la actualidad, la gran mayoría de estas colonias repartidas entre las comarcas del Bages y, sobre todo, el Berguedà son núcleos residenciales desvinculados de la actividad fabril que las originó. Conservan, sin embargo, un enorme valor histórico, paisajístico y cultural. Todo este patrimonio está más protegido desde el 2007 con la aprobación de un plan director urbanístico (PDU) que dota a las colonias de una perspectiva supramunicipal, pone en valor su singularidad y lleva asociadas unas ayudas económicas para los proyectos de mejora presentados por los diferentes ayuntamientos.

Para optar a las diferentes convocatorias para recibir estas subvenciones es imprescindible que las actuaciones planteen la mejora del espacio público, la restauración de edificios de uso colectivo o la adecuación paisajística de los accesos a los recintos con el objetivo de dinamizar social y económicamente el territorio en el que se encuentran.

PRIMEROS PROYECTOS / El ámbito del plan director incluye nueve municipios y 18 colonias y fábricas de río, con que ocupen un total de 58 kilómetros. Las primeras subvenciones sumaban un millón de euros y fueron otorgadas a finales del mismo 2007 por la Generalitat a cinco municipios del Berguedà. Los proyectos aprobados en esa primera y casi histórica convocatoria fueron los de Puig-reig, Olvan, Gironella, Berga y Avià.

El municipio de Puig-reig presentó un proyecto de rehabilitación del teatro de la colonia L'Ametlla de Merola, situada al sur del Berguedà. Este histórico espacio, construido en 1902, todavía acoge los centenarios Pastorets de L'Ametlla de Merola. «Esta agrupación cultural recibió la Creu de Sant Jordi en el 2007», destaca el alcalde de Puig-reig, Antoni Clement. «Sin el plan director y sin estas ayudas específicas no habría sido posible arreglar el teatro», añade un alcalde que tiene en marcha otro proyecto de reforma. En este caso, el de la colonia Pons, donde una de las torres requiere una importante inversión para reforzar sus cimientos y arreglar el tejado.

Con una subvención de poco más de 67.000 euros, el Ayuntamiento de Avià invirtió en el acceso a la colonia La Plana. «El puente de acceso era estrecho y requería un refuerzo para aguantar vehículos de gran tonelaje», explica el alcalde, Llorenç Altozano.

El Ayuntamiento de Olvan aprovechó la primera de las subvenciones para «reorientar la vocación comercial de Cal Rosal», explica su alcadesa, Judith Carreras, satisfecha con la nueva imagen de sus espacios. «Hace más de 25 años que acogemos el Mercat del Bolet, y las obras en la plaza han permitido añadir otras ferias como la textil. El entorno más amable ha permitido que los inversores quieran apostar en Cal Rosal, y esto demuestra que estas ayudas económicas sirven de algo y deberían mantenerse», afirma la alcaldesa.

El municipio de Berga también presentó un proyecto para mejorar Cal Rosal. «El 80% de la colonia que está en nuestro término municipal es industrial y de propiedad privada, pero pudimos mejorar algo de la vía pública», recuerda Juli Gendrau, alcalde de Berga, quien destaca el trabajo realizado para adecuar el viejo convento a la promoción cultural de este municipio.