COMPROMISO

El plan de reactivación económica de la Generalitat contempla una recuperación verde y apuesta por el conocimiento

Se destinarán cerca de 22.000 millones de euros al impulso de la investigación y el crecimiento en base a un uso eficiente de los recursos en el marco del 'Pla de reactivació econòmica i protecció social'

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Anna Solà

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La lucha contra la covid-19 y sus consecuencias son de máxima prioridad para el gobierno de la Generalitat de Catalunya. Para garantizar una respuesta eficaz a la crisis de la covid-19, y que llegue a todos los colectivos afectados, la Generalitat ha movilizado instrumentos para la actuación de emergencia sanitaria, y para la posterior reactivación económica y social. En esta última ha arrancado el ‘Pla per a la reactivació econòmica i protecció social’, gestionado por una comisión especializada encargada de su elaboración. 

Se trata de un documento destinado a guiar la acción de gobierno durante los próximos meses, y con los objetivos de reducir las desigualdades sociales acentuadas por la covid-19, reforzar la capacidad productiva y la capacidad del sistema sanitario y sociosanitario y acelerar la transición hacia un modelo económico sostenible y resiliente. 

Este documento contempla 20 grandes proyectos alineados en un total de cinco ejes de actuación: 

  1. Economía para la vida, para ofrecer igualdad de oportunidades
  2. Digitalización, para impulsar el desarrollo tecnológico
  3. Transición ecológica, garantizando el crecimiento en base a un uso eficiente de los recursos
  4. Sociedad del conocimiento, relacionado con la investigación
  5. Eje transversal, que incorpora medidas sobre la perspectiva de género o la internacionalización

En total, el plan consta de 145 actuaciones agrupadas en 20 proyectos tractores y valoradas en 31.765 millones de euros. Del coste total, está previsto que se inviertan 2.760 millones durante este año para actuaciones inmediatas, mientras que el resto se invertirán en proyectos de carácter estratégico a medio y largo plazo, hasta el 2032.

Cerca de 16.000 millones para la transición ecológica

La Comisión Europea ha enfatizado la necesidad de una recuperación verde que ponga el foco en la neutralidad climática y los objetivos medioambientales. La reactivación de la economía catalana debe ser compatible con la neutralidad climática. Para que sea así es necesario disponer de infraestructuras de energía renovable y de una estrategia ambiciosa para la movilidad sostenible, como también es necesario desarrollar la economía circular y la eficiencia energética. Subproyectos de este eje: 

  • Acción climática (2020-32). Las propuestas reconsideran los actuales modelos urbanos y plantean medidas para la transformación del tejido urbano y residencial para hacerlo más sostenible, así como para producir energía limpia. 6.330,8 millones de euros. 
  • Automoción y movilidad sostenible (2021-32). Es necesaria una modernización y mejora continua que favorezca la mejora de la funcionalidad de las vías, así como la reducción de la siniestralidad. Las empresas necesitan de una red de infraestructuras que aseguren la movilidad de sus trabajadores y de sus mercancías y que favorezca su competitividad. 5.877,30 millones de euros. 
  • Economía circular (2021-32). Se entiende la economía circular como un sistema de aprovechamiento de recursos donde prevalece la reducción, la reutilización y el reciclaje. Se trata de hacer sostenible el modelo productivo, porque el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantengan a la economía el tiempo más grande posible y se reduzca al mínimo la generación de residuos. 1.199,9 millones de euros. 
  • Viviendas y eficiencia energética (2020-32). En este proyecto no solo se aborda el uso eficiente de la energía y de los recursos en la construcción y la renovación de edificios, sino también en las propuestas de mejora urbana y de desarrollo del acceso a la vivienda. Esta propuesta implicaría tanto el parque privado como el parque de la Generalidad de viviendas públicas o edificios e instalaciones donde se desarrolla su actividad. 3.270,30 millones de euros. 

Sociedad del conocimiento: 5.700 millones

La crisis derivada de la covid-19 ha evidenciado el papel central del conocimiento en la elaboración de una estrategia para la reactivación económica de Catalunya. La salida de la crisis sanitaria pasa necesariamente por soluciones innovadoras que permitan encontrar tratamientos eficaces o, en el mejor de los casos, desarrollar una vacuna. Por otra parte, el entorno laboral que deja la pandemia requerirá reforzar la empleabilidad de las personas para reconducir las carreras profesionales de los trabajadores y trabajadoras de los sectores más afectados. Subproyectos de este eje:

  • Investigación y fomento de la innovación (2021-32). El proyecto pasa por fortalecer el sistema de generación de conocimiento e innovación publico-privado, y generar tejido económico basado en el valor añadido a través de la transferencia de tecnológica, la creación de nuevas empresas de base tecnológica, la financiación de compra pública innovadora, el talento e invirtiendo en grandes proyectos tractores tecnológicos, aceleradoras y hubs de innovación que den respuesta a los retos de presente y de futuro de Catalunya. 3.248,20 millones de euros. 
  • Excelencia del sistema universitario (2020-32). Esta estrategia implica un apoyo con mayores recursos estables en la financiación de la educación superior a la vez que el impulso de las políticas científicas y de innovación debe ser, además, pensado para en toda Catalunya. 2.401,0 millones de euros. 
  • Garantías al derecho subjetivo de la empleabilidad de las personas (2020-25). Es necesario impulsar medidas que preserven el mayor número de empresas posible, porque esta crisis, por su severidad, puede hacer que muchas de ellas tengan dificultades para reiniciar su actividad. Además es imprescindible apoyar proyectos de acceso al trabajo para mejorar la empleabilidad de las personas desocupadas. 136,43 millones de euros.

3.000 millones para proyectos transversales

Para complementar los ejes estratégicos, se ha establecido un eje que incluye proyectos de carácter transversal, como es el fomento de la internacionalización, la visión de género o los instrumentos de financiación para la reactivación económica.

  • Internacionalización (2020-25). Para poder competir con otras regiones y países en la lucha por ganar las posibles candidaturas que se vayan presentando de inversiones internacionales (especialmente las que comporten generación de empleo y repercutan en la cadena de proveedores locales), Catalunya debe marcar un perfil propio que la diferencie de sus principales competidoras. 34 millones de euros.
  • La transversalidad de género en el centro de la recuperación económica y social (2020-25). Se velará por que todas las actuaciones previstas incorporen la transversalidad de género y den respuesta a las necesidades de las mujeres derivadas de las desigualdades agravadas raíz de la situación de pandemia y confinamiento. 11,75 millones de euros.
  • Financiación (2020-25). Es imprescindible que el gobierno catalán fomente proactivamente e incentive las inversiones, tanto por parte de nuevos actores como por parte de las empresas ya establecidas en Catalunya. 3.264,11 millones de euros. 

Fortalezas y debilidades del sistema

La crisis sanitaria ha hecho evidentes debilidades derivadas de la propia afectación directa de la covid-19 y debilidades estructurales más vinculadas al modelo productivo y al progreso social en un sentido amplio.

Entre las debilidades estructurales más vinculadas al modelo productivo, es necesario destacar la precariedad del mercado laboral, y una tasa de paro estructural elevada, con mucho recorrido de mejora en las políticas activas de ocupación; la mayor vulnerabilidad financiera de las empresas pequeñas ante choques económicos; la elevada dependencia del turismo y sectores vinculados; la excesiva dependencia también de los mercados exteriores y de las cadenas de producción globalizadas en aprovisionamientos esenciales; el peso destacable de sectores en dificultades derivadas de cambios en los patrones de consumo y los nuevos requerimientos ambientales, como la industria de la automoción; y una productividad baja, comparada con nuestro entorno, sobre todo de las empresas más pequeñas. 

Las bases del crecimiento económico y el bienestar social del país en los próximos años dependen en gran parte de cómo los hogares, las viviendas y las diferentes autoridades económicas y sociales afronten este conjunto de debilidades o retos. Es necesaria una respuesta política económica a la altura para mantener ocupación, empresas, rentas y bienestar social. Esta respuesta, pero, tiene que velar por la sostenibilidad en un sentido amplio: sostenibilidad en el plano económico, social, ambiental y fiscal.

Una crisis sin precedentes

La rápida propagación de la covid-19, que en el marzo de este año fue declarada pandemia por la OMS, ha hecho que en todo el mundo se hayan adoptado medidas urgentes de confinamiento de diferente intensidad. Ante la severidad e incidencia del brote inicial en Catalunya, las autoridades adoptaron medidas excepcionales de contención, con el confinamiento de una gran parte de la población, la paralización de una parte de la economía productiva y medidas de protección y distanciamiento social. 

A pesar de que las medidas de confinamiento empezaron a aplicarse a partir de la segunda quincena de marzo, el impacto de estas medidas y de la interrupción de las cadenas de producción globales sobre la actividad económica ya se visibilizó en el primer trimestre del 2020. Con todo, el impacto más grande se reflejará sobretodo en los datos del segundo trimestre relativas al PIB y a la gran mayoría de indicadores económicos, aunque con la desescalada a partir de mayo empieza a verse una leve mejora o normalización de algunos indicadores económicos, después de haber llegado al punto más bajo en abril. 

Los datos publicados del PIB publicadas por el Idescat muestran que el primer trimestre del 2020 la economía catalana se redujo un 4,9% intertrimestral. En términos interanuales, la variación fue de un -4,2%, el ritmo de descenso más fuerte desde el tercer trimestre de 2009. La caída del PIB catalán durante el primer trimestre tiene un orden de magnitud similar a otras economías europeas: la pandemia de la covid-19 está golpeando toda la economía global.