Raimon, en una estable plenitud

El cantautor celebró su 75º aniversario en forma mientras su obra reafirma su plena vigencia y disfruta de su regreso a los escenarios valencianos tras largos años de veto político

Raimon agradece los aplausos

Raimon agradece los aplausos

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Los dos recitales que Raimon ofreció el pasado diciembre en Barcelona Raimon, en el Auditori, le mostraron en plena forma refrescando un repertorio y una manera de hacer que se han mantenido ajenos a la idea de abaratamiento. Festejando su 75º aniversario, el cantautor de Xàtiva recorrió una obra que ha dejado un poso sólido no ya en los pentagramas sino en nuestras conciencias, y que se ha hecho más fuerte si cabe a través de su persistencia en el tiempo, de su conversión en memoria compartida.

Raimon es un candidato a Català de l’Any un poco distinto: valenciano, aunque establecido en Barcelona hace cinco décadas, y de actualidad no ya a causa de alguna genialidad o logro recientes, sino porque su obra vuelve a asomar con todo su poder, tocada por el signo de los tiempos, acogiéndose a la idea de que los vínculos más fuertes y duraderos los establecemos cuando percibimos que no hay imposturas ni concesiones. Suya es la capacidad de conmover al público a través de oscuros poetas medievales o de convertir ciertos cantos en instrumentos de movilización. Canción de autor con fondo cultivado y ambición popular, fundiendo severidad intelectual y emotividad.

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Él es el creador de ‘Al vent’, ‘Diguem no’ ‘Jo vinc d’un silenci’, canciones que arrastran peso histórico y que siguen invitando a alzarse a los patios de butacas, pero también es el trovador que se atrevió a adaptar densos textos existenciales de Salvador Espriu (el álbum ‘Cançons de la roda del temps’, de 1966, con portada de Miró) y que ha cantado al amor y a la sensualidad en piezas como ‘Treballaré el teu cos’, ‘Quan tu te’n vas’ o ‘Parlant-me de tu’. Hay más versiones, o perfiles, de Raimon de los que generalmente han resaltado los titulares. E imágenes que van más allá del cantautor airado: filosofía, romanticismo, humor.

UN REGALO DEL SUR

El 75º aniversario le ha traído un regalo, la rehabilitación en los escenarios públicos valencianos, consecuencia presta del cambio de color político en las instituciones. El 9 de octubre la Generalitat Valenciana le concedió su Alta Distinció, y cuatro semanas después el ayuntamiento de Xàtiva le nombró hijo predilecto de la ciudadXàtiva al tiempo que programaba dos recitales suyos. Un preludio de lo que le espera en este 2016: una gira de dieciséis actuaciones, ‘Raimon a casa’, que incluye tres noches en el teatro Principal de Valencia. El cantautor actuó hace seis años en la ciudad, tras una década sin hacerlo, en el marco de un homenaje organizado por la universidad, y días atrás, en la presentación de la gira, valoró que fuera el gobierno valenciano el que promoviera ahora su regreso.

Esa actividad en su tierra de origen ha modificado sus planes, puesto que Raimon proyectaba un 2016 sigiloso, sin recitales, con el propósito de desarrollar su repertorio de cara al año que viene. ¿Un nuevo disco? Quién sabe: ‘Rellotge d’emocions’, con un cancionero rico en alusiones al paso del tiempo, tiene ya cinco años, pero el cantautor debe aún sopesar si la obra discográfica presenta en la actualidad el mismo sentido que en otros tiempos. Acuda o no al estudio, Raimon sigue creando canciones como ‘I nosaltres amb ell’, que ha mostrado en sus últimos recitales. Piezas que, en estos días tan cambiantes, de impulsos fugaces, transmiten una revolucionaria sensación de estabilidad.