INICIATIVA SOLIDARIA

Dando puntadas a la vida

La marca Dona Kolors, de productos artesanales, emplea a mujeres vinculadas a la prostitución

Una mujer confecciona un bolso en el local de Dona Kolors, en el Raval.

Una mujer confecciona un bolso en el local de Dona Kolors, en el Raval.

ROSA MARI SANZ
BARCELONA

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La cifra puede parecer discreta: cinco empleadas. Pero si se reflexiona que tras ese número hay cinco nuevas vidas de mujeres con difíciles historias, la mayoría madres solas y a las que muy pocos dan una oportunidad, el dato cobra una magnitud loable. Es la plantilla, por el momento, de la marca social Dona Kolors, un proyecto nacido del tesón de la oenegé El Lloc de la dona por apoyar a mujeres vinculadas al mundo de la prostitución facilitándoles acompañamiento y formación en diversos ámbitos; en este caso, como costureras. Detrás de ellas están las hermanas Oblatas, una congregación instalada en el barcelonés barrio del Raval desde hace tres décadas para apoyar a este tan estigmatizado colectivo.

La idea, premiada como Millor Iniciativa Solidària del 2013 por EL PERIÓDICO, se originó hace cerca de tres años en el marco del proyecto formativo Enfilant l'agulla, con el que colabora el Ayuntamiento de Barcelona a través de la Agencia para el Abordaje Integral del Trabajo Sexual (Abits), y que cuenta con unas 30 alumnas cada año. En ese contexto, hace unos años dos mujeres nigerianas empezaron a confeccionar atractivos productos para el hogar con llamativas telas africanas, lo que dio alas a la entidad a lanzarse a explorar la vía comercial para mejorar la calidad de vida de las mujeres facilitándoles la inserción sociolaboral.

Nacieron como marca social con tres trabajadoras hace algo más de un par de años. Y ya son cinco las que acuden de lunes a viernes contratadas a un taller del Raval donde además de confeccionar con estampados muy coloridos abanicos, bolsos, fundas para cojines, delantales, fundas de libro y monederos, entre otros, trabajan desde hace poco para otras marcas. Y es que, como explica la directora de la empresa, Danielle Pellikaan, Dona Kolors, además de aceptar encargos personalizados para celebraciones, ha apostado por abrir otra línea de negocio cosiendo y planchando por encargo de clientes externos, siempre de productores de prendas ecofashion, o sea, que defienden la moda sostenible y ecológica. Es una alternativa que quieren seguir ampliando, cuenta Pellikaan, quien reconoce que la marca todavía no es autosuficiente y depende de ayudas, aunque confía en que lo serán pronto, y más, desde que están ampliando su proyección. Porque, además de a través de la página donakolors.cat, estos productos cada vez se encuentran en más comercios y equipamientos culturales como museos.

Una iniciativa, en definitiva, que, como ha valorado el jurado del galardón, presidido por la consellera Neus Munté, «no solo permite la inserción laboral y social de las mujeres a las que se dirige, sino que, más importante todavía, les devuelve su dignidad». Algo que está en el ADN de la filosofía de las hermanas Oblatas.