AGENDA VIRTUAL

Estas son las catas de vino que puedes hacer desde el sofá

Las videconferencias se han convertido en la mejor forma de seguir participando en catas de vino

Las videconferencias se han convertido en la mejor forma de seguir participando en catas de vino / periodico

Eduard Palomares

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Algo tan sencillo y placentero como juntarse varias personas para degustar unas copas de vino bajo las indicaciones de un experto parece cosa de otra época. Pero, tarde o temprano, las catas volverán. Hasta que no sea así, denominaciones de origen, bodegas y tiendas especializadas se han puesto las pilas para reconvertir estas actividades presenciales en virtuales, usando las herramientas digitales que más se asociarán con el 2020: las videoconferencias.

Como queda por delante una larga desescalada, con restaurantes y bares que irán recuperando aforo pero que verán limitadas sus horas de apertura nocturnas, parece ser que los amantes del vino deberán conformarse con degustaciones caseras, aunque con un sumiller marcando el ritmo desde el otro lado de la pantalla. Lo bueno es que no faltarán actividades durante lo que queda de 2020, y que acontecimientos como comidas familiares o cenas de empresa se pueden reconvertir en algo más íntimo. Las indicaciones son virtuales, pero los vinos a catar son totalmente reales, eso sí, no hay mucha gente alrededor con quien comentar la jugada.

Desde el Penedès

En el Penedès existen múltiples opciones para disfrutar de sus vinos sin levantarse del sofá, como la cata 'on line' de la bodega Eudald Massana Noya, dirigida en directo por un profesional de la casa, que interactúa con los participantes y responde sus preguntas y dudas. Los participantes reciben un lote en su domicilio con tres botellas –el cava Eudald Brut Nature y los vinos Cepell Blanc 2019 y La Creueta 2017–, así como una ficha técnica de los tres productos. Caves Maria Rigol Ordi también propone catas en directo en las que se transita desde su Brut Nature del 2018 al Reserva del 2015 para culminar con el Gran Reserva del 2014.

Freixenet va un paso más allá y plantea un maridaje con productos ibéricos. Al reservar la sesión, el asistente recibe en casa un kit individual que incluye tres botellas mini de cava y una de Prosecco, así como un surtido de embutidos ibéricos y toda la información necesaria para sacarle el máximo partido a la degustación. Luego solo hay que conectarse el día y la hora indicados. Otro de los grandes del sector, Codorníu, ofrece hasta tres opciones distintas de catas: toda la paleta cromática de Anna de Cordorníu (brut, rosé y blanc de noirs), cuatro de sus cavas más clásicos y sus cuatro cavas procedentes de fincas escogidas, con el Jaume de Codorníu numerado a la cabeza.

Como estar entre viñedos

En la DO Montsant también han organizado catas 'on line', como las que celebraron durante la pasada Setmana del Vi Català bajo el título de 'Els #VinsMontsant com mai els havies tastat,' de la mano de representantes de sus bodegas. Y la DO Empordà publicará cada viernes de noviembre y diciembre en sus redes sociales una receta elaborada por la chef Iolanda Bustos maridada con vinos de la tierra. La última propuesta dha sido un bacalao confitado con castañas, membrillo y calabaza escalibada, acompañada de un Gran Recosind Blanc 2019 (macabeu y chardonnay) del Celler Santamaria y un Zelavi 2018 (cariñena y merlot) del Celler Castelló Murphy. Y en el Priorat, la bodega Atavus ha preparado una ruta de senderismo virtual entre sus viñedos.

Finalmente, tiendas especializadas como Lavinia también se han adaptado a la nueva situación, con actividades como una iniciación virtual a la cata, donde se enseñan las nociones básicas, el vocabulario y cómo aplicar las fases visual, olfativa y gustativa a un espumoso, un blanco, un tinto y un vino generoso. Una buena forma de aprovechar el toque de queda para degustar grandes vinos y cavas sin quitarse las zapatillas de andar por casa.

Una vendimia con menos cantidad de uva

El coronavirus no ha sido la única preocupación de las bodegas catalanas este 2020, sino que se le ha sumado otro inconveniente: la plaga del mildiu que ha afectado a las vides y que ha provocado que la vendimia de este año sea de cantidad inferior a la media. Las altas temperaturas del invierno pasado, fruto de la tendencia generada por el calentamiento global, representan la situación ideal para que el hongo causante de la enfermedad se desarrolle.