Comer por menos de 15 €

Menú del día: Bar Restaurante Alarcón, las reinas de L'Hospitalet

Todo en este lugar son verdaderas joyas de la cocina tradicional combinadas con aportaciones propias

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El pollo al horno del Bar Restaurante Alarcón.

El pollo al horno del Bar Restaurante Alarcón. / Alberto García Moyano

Alberto García Moyano

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Otra de esas entradas que a uno le hacía ilusión. Y esta vez por varios motivos (¡siempre hay varios motivos!). El primero es salir un poco del redil, que con tanto 'Barcelonacentrismo' no se puede vivir y, ya me sabe mal, uno hace lo que puede por expandir límites, pero no siempre se logra. Por eso es que visitar L'Hospitalet es motivo de celebración, porque además hay una altísima probabilidad de gozarlo mucho tal y como ocurre con el bar restaurante del que hoy se habla.

El segundo es que el motivo de cruzar la frontera sur de la metrópoli fue ni más ni menos que la convocatoria del bueno de Messidor, que tenía que hacer de tío modélico tras la comida y nos pidió a Citra, a Jordi y a servidora de ustedes que le acompañásemos. Menudo -buen- panorama nos esperaba.

Bar Restaurante Alarcón

Roca i Umbert, 11. L'Hospitalet de Llobregat

Tf: 93.533.80.11

Precio: 14 €

En realidad también hay una tercera razón para celebrar la visita a L'H, y es que mirando las coordenadas del mapa a las que nos dirigíamos me di cuenta de que a pocos metros del objetivo final se encuentra un gran lugar para ir a tomar algo (y siempre lleno a la hora de comer) como es la Bodega Montserrat. Qué primer pie pusimos en la luna, como para que no saliese bien la cosa.

La entrada del Bar Restaurante Alarcón.

La entrada del Bar Restaurante Alarcón. / Alberto García Moyano

Ya puestos en materia y superado el aperitivo, debe decirse que el Alarcón es un bar restaurante al que vengo atraído por los 'esmorzars de forquilla' de los que, con frecuencia, hablan tanto Enric (alias @debarenbarri) como San Kuko. Todo en este lugar son verdaderas joyas de la cocina tradicional mezcladas con aportaciones propias que van combinando con un éxito rotundo, porque en esa casa hay mano. Y donde hay, pues hay. No tiene mucha más vuelta de hoja la historia.

Desde 1969

Dado este escenario, suelo aplicar la regla de que si se desayuna bien en un lugar, mal tiene que darse para que comer al mediodía desentone mucho. Y es cierto que hay excepciones (algunas bien sonadas), pero pláceme el comunicaros que no es el caso del Alarcón.

Allí te recibe María José, el alma del lugar: lo que viene siendo la jefa. Hija de Pedro Alarcón, quien abriese este gran lugar en 1969, se hizo cargo del establecimiento y lo regenta rodeada de mujeres con el mismo carisma y cariño desempeñando sus funciones. Entrar aquí es la primera buena noticia, porque el Alarcón son sus dominios y aquellos que lo visitan van a disfrutar de estar bien alimentados y bien tratados (válgame la redundancia). Con estos mimbres muy difícil será caerse.

El caldo gallego del Bar Restaurante Alarcón.

El caldo gallego del Bar Restaurante Alarcón. / Alberto García Moyano

Se acabó el 'trinxat' de la Cerdanya como opción de primero (que, debo decir, sobre el papel era mi primera elección) pero no había que sufrir ni lo más mínimo porque los primeros seguían contando con las nada desdeñables lentejas con costilla (¡y morcilla!) o el caldo gallego. Siendo que aún quedaban pocos días para finiquitar el invierno, me tiré a por el caldo. Con una importante cantidad de alubias, este caldo revive a un muerto y encima de resucitarlo le deja satisfechísimo. No sé si iguala al de los viernes en mi adorado Becerrea pero ahí ahí andará.

Solomillo de cerdo al Pedro Ximénez del Bar Restaurante Alarcón.

Solomillo de cerdo al Pedro Ximénez del Bar Restaurante Alarcón. / Alberto García Moyano

Respecto a los segundos, en la mesa nos dividimos en dos familias: los del solomillo de cerdo al Pedro Ximénez y los del pollo al horno. Todo depende si eres más de salsa o de horno, pero, ay, qué gozo encontrarte como denominador común papas fritas que nada tienen que envidiar a las que Bertha hacía en el desaparecido Bar Bruxas del Poblenou.

Flan de café (escoltado por nata) del Bar Restaurante Alarcón.

Flan de café (escoltado por nata) del Bar Restaurante Alarcón. / Alberto García Moyano

Rematar la jugada después de todo no fue tarea complicada, porque donde haya un flan de café (escoltado por nata) que se quite todo. Sitios de los que te cuesta despedirte porque, entre las reinas de L'Hospitalet, la comida y el lugar, ganas de irte precisamente no te dan.

Una jornada que prosiguió en el vecino Bar Málaga, joya de las que quedan en la zona, en el que se brindó por muchas cosas que -aún- no se han cumplido (pero lo harán). Sea como fuere, lo importante es seguir en la pelea. Feliz cumpleaños, tete. 'Ho tornaràs a fer, ja ho crec (creiem) que sí'.