Más allá del tópico

Los mejores restaurantes de chefs italianos que... no hacen cocina italiana

La nacionalidad de los cocineros no tiene por qué marcar su propuesta gastronómica, y aquí tienes varios ejemplos

Los restaurantes italianos de Barcelona que no puedes perderte

5 platos desconocidos de la gastronomía italiana

Las lentejas con tendones y 'lluerna' de Contracorrent Bistró.

Las lentejas con tendones y 'lluerna' de Contracorrent Bistró. / Jordi Otix

Pau Arenós
Ferran Imedio
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Los tópicos son eso, tópicos. ¿Por qué un chef o restaurador italiano tiene que preparar cocina de su país? ¿Por qué debe limitarse a la pasta y a la pizza? ¿Por qué no puede abrir su campo de acción a otros sabores e ingredientes? Pues porque pueden hacer autéticas maravillas más allá de su gastronomía. Aquí tienes varios ejemplos: los mejores restaurantes de cocineros transalpinos que, 'mamma mia'!, con ofrecen cocina italiana.

La croqueta de macarrones de Glug.

La croqueta de macarrones de Glug. / Manu Mitru

Glug

Su nombre lo sugiere: es un espacio donde los vinos son protagonistas, carta amplia y compleja con 200 referencias y el atractivo de los tiradores conectados a una serie de 'bag in box'. Aquí te contamos qué se come y qué se bebe en Glug.

La tabla de pescados del restaurante Fishology.

La tabla de pescados del restaurante Fishology. / Jordi Otix

Fishology

El corazón del restaurante es una cámara con atmósfera salina donde cuelgan y curan los cortes de pescado. La oferta resulta singular en una disciplina que apenas evoluciona, con las marisquerías como ser superior. Aquí te explicamos todo sobre la propuesta de Fishology.

El mollete, el 'arancino' y los vegetales con espuma de taleggio de Contracorrent Bistró.

El mollete, el 'arancino' y los vegetales con espuma de taleggio de Contracorrent Bistró. / Jordi Otix

Contracorrent Bistró Gràcia

Nicola Drago y Anna Pla han ampliado el plantel de restaurantes: al bar de Fort Pienc suman este establecimiento, con más ambición gastro. Así es Contracorrent Bistró Gràcia.

La zanahoria con su jugo de My Fucking Restaurant.

La zanahoria con su jugo de My Fucking Restaurant. / Ricard Cugat

My Fucking Restaurant

Matteo Bertozzi aplica la imaginación a los vegetales para aprovecharlos de las hojas a la raíz en una cocina en la que el gluten no tiene lugar. Así de 'fucking bueno es My Fucking Restaurant.

El cordero a la brasa con acelgas de Bodega Bonay.

El cordero a la brasa con acelgas de Bodega Bonay. / Ferran Nadeu

Casa Bonay

Con el paso del tiempo, este restaurante ha italianizado su propuesta, sin ser un restaurante plenamente italiano, con una oferta de pastas en una carta que no distingue entre primeros o segundos ni carnes o pescados, sino que es una lista para que cada cual componga su ritmo. Esto es lo que se puede comer en Bodega Bonay.

Las Maravillas: ensalada tibia de marisco y vegetales de Il Milione.

Las Maravillas: ensalada tibia de marisco y vegetales de Il Milione. / Carles Allende

Il Milione

Martín BerasateguiPaolo Casagrande y Joan Carles Ibáñez, el trío de Lasarte, el primer triestrellado de Barcelona, han reservado un espacio en el que explorar nuevos caminos. Así es la mesa secreta de este exclusivo rincón llamado Il Milione.

Varios platos de Last Monkey.

Varios platos de Last Monkey. / Facebook

Last Monkey

Last Monkey: el último mono. Así se siente, de forma irónica, Stefano Mazza, chef en la jungla de Sant Antoni. Precio pequeño, carta pequeña, restaurante pequeño, cocina diminuta (4,5 metros cuadrados: en la oferta de trabajo pidió un 'pica', un 'lavaplatos' que no abultase demasiado). Satisfacción grande. Todo esto y más, es Last Monkey.

'Tagliarini' con colmenillas rellenas de butifarra del 'perol' y habitas de Agreste Mar.

'Tagliarini' con colmenillas rellenas de butifarra del 'perol' y habitas de Agreste Mar. / Irene Vilà Capafons

Agreste Mar

El Agreste original, junto al parque de la Creueta del Coll, está en obras de mejora de ese edificio que fue cochera de ómnibus -qué palabra- en 1925 y que acogerá la vivienda familiar en lo alto del milanés Fabio Gambirasi y la barcelonesa Roser Asensio. Por eso se han trasladado al Hotel Serras, en el paseo de Colom. En busca de alojamiento, optaron por la provisionalidad de un 'pop up' para saber si ellos y la familia Serra, propietaria del hotel, «encajaban», cosa que así ha sido y desde noviembre, existe como espacio fijo en lo que fuera el Informal de Marc Gascons. Te contamos lo que hemos probado en el nuevo restaurante, llamado Agreste Mar.