Restaurante Paninaro: la 'cucina erotica' está en estos bocadillos

No hace falta saber mucho italiano para entender uno de los lemas de Paninaro: 'Sporcati le mani'. Y si no tienes ni idea, basta con pringarte los dedos a conciencia con cualquiera de sus 'panini' para entenderlo perfectamente. Porque están de vicio, porque están rellenos hasta los topes, porque están profusamente salseados. Ese pan de 'focaccia' llamado 'schiacciata', típico de Toscana, tan planito él, tan estirado él, es el mejor envoltorio para los productos transalpinos que contiene. Lo elaboran ellos mismos, como todo lo demás.

Paninaro abrió este verano y viene a ser un 'spin off' del quiosco del Born donde sus dueños venden charcutería italiana de la buena y bocadillos deliciosos. El éxito les empujó a abrir a dos pasos de la Diagonal y la Via Augusta, justo delante de Brabo y muy cerca de Roig Robí y Tangana. Ahora es un restaurante que incluso luce en sus estanterías 'delicatessen' del país de la bota.

Un caviar y otros 4 productos italianos que no conoces

La carta no es muy larga pero sí muy tentadora: quesos ('robiola', 'pecorino', 'parmigiano'...) y embutidos (mortadela, 'coppa'...) y una decena de bocadillos (uno cambia cada semana), además de un par de postres ('cannoli' rellenos de crema de pistacho y el adictivo 'brioche' caliente de Nutella con avellanas). Para beber, vinos italianos, 'ovviamente'.

Relleno abundante

Lo que hay entre rebanada y rebanada de 'schiacciata' es de lo más variado, pero siempre de lo más abundante, mucho más de lo que se estila en Toscana. Con uno bocadillo puedes tener más que suficiente.

Uno de los superventas desde que abrió Paninaro es el Santo Stefano, con burrata y mortadela y pesto de pistacho. Y el de 'vitello tonnato' es sensacional, tanto como el San Roberto (crema de calabaza, setas, 'coppa' y queso 'taleggio'), propuesta de la semana que va a quedarse, muy probablemente, en la carta fija.

Pidas lo que pidas, va a pasar lo que te dice el lema del restaurante. Te vas a ensuciar las manos. Mucho. Y muy a gusto. Algunos dirán que es 'porn food'. Pero esto es un trocito de Italia, así que le pega más lo de 'cucina erotica'. Es 'molto, molto porca'.

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