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Contempo Gastrobar: platillos bien hechos en la plaza de Catalunya

El restaurante del Hotel Catalonia propone creaciones clásicas elaboradas con mimo y enriquecidas con algún que otro guiño

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La bomba de la Barceloneta del restaurante Contempo Gastrobar.

La bomba de la Barceloneta del restaurante Contempo Gastrobar. / Ferran Imedio

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Ferran Imedio
Ferran Imedio

Periodista

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Sabido es que el entorno de la plaza de Catalunya no es muy propicio para satisfacer a los paladares más o menos gurmet. Pero hay restaurantes que se rebelan contra ese ecosistema de propuestas facilonas y, para más inri, caras. Es el caso de Contempo Gastrobar, en el Hotel Catalonia, en un edificio modernista ubicado a escasos metros de allí: un magnífico ejemplo de que es posible dignificar la oferta gastronómica de un epicentro turístico como este; en su caso, con una carta variada y amplia, que se centra en platillos para compartir pero que también se abre a pizzas, pastas, sándwichs y 'burgers' (al fin y al cabo, está en un hotel y tiene que contentar a todo tipo de cliente).

Contempo Gastrobar

Bergara, 9 (Hotel Catalonia). Barcelona

Teléfono: 93.301.51.51 

Precio medio (sin vino): 25-30 €

ebocarestaurants.com/restaurantes/contempo

En los platos y platillos, trabaja con buen producto y con mimo, y da una pequeña vuelta (tímida, simpática, amable) a sus creaciones, sean de la carta, las sugerencias del día que se anuncian en la pizarra o las piezas del menú de mediodías laborables (cuesta, sin bebidas, 23 €).

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Veamos algunas de ellas: la bomba de la Barceloneta lleva cerdo desmenuzado y una sutil mayonesa de chipotle que alegra el conjunto con un agradable y sutil picante; las cremosas croquetas de jamón, con una lámina por encima, son quizás la mejores del entorno; las gambas al ajillo se enriquecen con un 'sabayón' que usa el propio aceite y el ajo de la receta; las tiernas y sabrosas albóndigas de ternera con sepia llegan con un salsa ligada con chocolate; la presa ibérica a la brasa se aliña con una salsa 'teriyaki' que eleva la carne a un nivel superior y que te comerías con tenedor o entre dos rebanadas de pan...

Además, este rincón ajeno al bullicio de la zona que se contempla a través de los ventanales que dan a la calle de Bergara también cuenta con una barra donde probar latas, quesos y embutidos o tomar un cóctel o alguno de los vinos de su afinado catálogo.