Salivando frente al mar

Solraig: arroces de campeonato

Este restaurante del paseo Marítim de Castelldefels prepara algunas de las mejores creaciones de España, que han sido distinguidas en concursos nacionales

paella

paella / ONBARCELONA restaurante Solraig

Ferran Imedio

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Una ciencia tan inexacta como hacer arroz tiene doctores reconocidos como los que trabajan en la cocina de Solraig a las órdenes del chef César Rodríguez, que han sido de los mejores clasificados en competiciones nacionales.

Y no solo han recibido el aplauso de los jurados sino también de los clientes que llenan este cálido restaurante a pie de playa (paseo Marítim de Castelldefels, 169), y que hacen colas de más de media hora si no tienen reserva para probar sus afamados platos, ya sea en la sala acristalada con vistas al mar o en la terraza, ubicada casi en la misma arena.

Solraig

Paseo Marítim de Castelldefels, 169.

Tf: 93.315.87.20

Precio medio (sin vino): 30-35 €

La carta no inventa nada, y quizás ahí radique el éxito de Solraig, en los bajos del Hotel Bel Air, en el meollo de Playafels. Simple pero muy efectiva porque no se complica con elaboraciones modernas y borda los platos de cada uno de los apartados: entrantes, pastas y arroces (sugerencias del día incluidas). ¿Para qué más si no echarás ningún sabor de menos?

La croqueta de chipirón es tan rebuena que también merecería algún premio, y la de 'txuleta', de sabor profundo, no le va a la zaga. Los tiernos calamares a la andaluza demuestran que aquí tiran de buen producto. Y los arroces... Pues sí, son de campeonato. 

Porque su grano es impecable y su sabor, casi imbatible. Tanto que, hasta en dos ocasiones, han copado los primeros puestos del concurso Mejor Arroz de España, al que se apuntan centenares de restauradores.

En 2018, Solraig quedó tercero con el meloso trufado con gamba roja, setas y piparra vasca, y en 2019 escaló hasta el segundo lugar gracias al arroz con zamburiñas, calamar y guisantes del Maresme; ambos merecen aparecer en cualquier ruta gramínea y ambos, como es lógico, se han convertido en clásicos de la carta. 

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