Diversión de la buena
Chamako: tacos y 'gyozas' canallas
El restaurante del Poble Sec propone bocados mexicanos y asiáticos elaborados con imaginación, buen gusto y sin complejos
Ferran Imedio
Periodista. Redactor del canal Cata Mayor
Periodista barcelonés apasionado por su trabajo que lleva casi tres décadas escribiendo en EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, donde ha pasado por las secciones de El Día por Delante, Sociedad, Gran Barcelona, Deportes, Exit e Icult. Ha sido coordinador de las páginas de Motor, responsable de Gente y de las páginas de gastronomía Gourmet's.
Cuando, en la carta de un restaurante, lees el epígrafe 'Chupa y mama que se derrama' para marcar el apartado de las bebidas, sabes de inmediato que has llegado a un sitio canalla. Bienvenid@ a Chamako (Margarit, 18), un restaurante del Poble Sec donde igual puedes zampar unos tacos o unos nachos que unos 'baos' o unas 'gyozas' elaborados con buen gusto. Sin complejos, etiquetas (¿un mexicano, un asiático?) ni solución de continuidad. Y siempre bien acompañados de unos cócteles adictivos.
Hay muchos y muy buenos ejemplos de esta carta que combina sabores y texturas con un únicho propósito: la diversión. El llamado Nacho Macho es uno de ellos: una tortilla gigante crujiente porque está frita sobre la que ponen ají amarillo, crema agria, salsa de queso cheddar trufado, guacamole y pollo marinado; tan parecida y a la vez tan distinta a una pizza. Y tan sabrosa.
Chamako
Margarit, 18. Barcelona
TF: 93.529.34.88
Precio medio: 30 €
Otro 'hit': el Espar-taco, un taco de secreto ibérico cocinado a baja temperatura y aderezado con una cremosa salsa griega 'tzatziki' (a base de yogur y pepino) que demuestra que casi todas las culturas gastronómicas pueden caber en un solo bocado.
Hay más: la carnosa ostra al natural de Normandía con leche de tigre; la 'gyoza' de birria (a base de cinco carnes y cinco chiles con soja cantonesa agridulce), el taco Camarón Karateka (salteado con 'kimchi' y verduritas 'thai')...
Acaso la excepción a tanto atrevimiento sea el guacamole clásico, hecho al momento, con granada y rábano rosa (el toque de la casa) y servido el mojalquete (mortero de piedra tradicional) de generosas dimensiones. Pero, como los demás platos, muy divertido. Sobre todo, las noches de viernes a domingos, cuando suena música en directo de 20.00 a 23.00 horas.
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