Cocina fusión en el paseo de Gràcia

El Boulevard: glamur a bocados

El establecimiento que ocupa el espacio del desaparecido centro comercial Bulevard Rosa es un ‘lounge restaurant’ donde igual puedes practicar el postureo que disfrutar de ‘sushi’ creativo

Las mesas de la sala interior de El Boulevard están a la 'sombra' de los árboles.

Las mesas de la sala interior de El Boulevard están a la 'sombra' de los árboles. / Juan Pablo Escobar

Ferran Imedio

Ferran Imedio

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Hay establecimientos donde solo vas a comer y ya está. Los hay donde, además, te sirven unos platos tan bonitos e 'instagrameables' que no te cansarías de fotografiarlos antes de hincarles el diente. Y hay lugares como El Boulevard (paseo de Gràcia, 53), donde dirigirás la cámara a los platos, al local y a ti mismo y a tus acompañantes para compartir en las redes que estás en uno de los restaurantes más glamurosos de Barcelona.

Un sitio que ocupa el lugar del desaparecido centro comercial Bulevard Rosa y donde, a la sombra de los árboles de su exuberante jardín bajo techo, elaboran platos de cocina fusión y preparan cócteles hasta primeras horas de la madrugada (en este caso, también en la planta inferior) mientras un saxofonista toca en directo, unas gogós lo dan todo o un espectáculo flamenco llena la sala de palmas. Quizás el término que más se acerca a su propuesta sea el de 'lounge restaurant'.

El Boulevard

Paseo de Gràcia, 53. Barcelona

Tf: 672.755.654

Precio medio (sin bebida): 45-50 €

Cierto, estamos en un lugar ideal para el postureo pero donde la comida también se mima gracias a una carta en la que mandan el 'sushi' y las carnes a la brasa, y donde cada plato está currado para que entre primero por la vista y seduzca después al paladar. Ya sea con una sencilla y colorida ensalada de espinacas 'baby' con peras, fruta del dragón, queso parmesano y vinagre de Módena o con unos huevos rotos con fricandó que huelen que alimentan. 

Triunfan igual el entrecot Nebraska fileteado que los 'nigiris', 'uramakis', 'futomakis' y 'sashimis' en los que no parece haber límite para la creatividad de los cocineros. Buen ejemplo de ello son los 'uramakis' de 'foie', queso fresco, trufa negra, higos macerados y anguila, y de bogavante, gamba, pepino, chía, tartar de papaya, caviar de frambuessas y salsa de ají amarillo.

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