6 buenos restaurantes que deberías catar antes de que acabe mayo

Paco Méndez, en compañía de Erinna Marciano, vuelve a poner sobre la mesa la alta cocina mexicana en la avenida Mistral, 54. "Voy a por todo", dice el cocinero. Razones tiene, ya que su nuevo restaurante hereda a Hoja Santa, que tuvo una estrella Michelin y fue uno de los mejores mexicanos de Europa, y el mundo. Aquí te explicamos qué se come en Come.

Rafa Zafra y sus socios resucitan el señorial e imponente comedor del antiguo Ritz (Gran Via de les Corts Catalanes, 668). "Aquí van a convivir muchos estilos", dice Rafa, con espacio en la carta para las brasas, para el mar y montaña (los guisantes con tripa de bacalao; la carbonara de vieira y trufa; las 'mongetes' con atún y ese canelón de centolla con crujiente y jugo de pollo que será un clásico en cinco minutos), para el homenaje al Ritz, para las ostras y para el caviar (¡el 'brioche'!, ¡el erizo con tartar de gambas!), que ha convertido en identitario, tanto en el Estimar de Barcelona como en el de Madrid. Esta es la crónica de Pau Arenós sobre su visita a Amar.

La sucesora en cocina de esta histórica casa de comidas de Camp de l’Arpa (La Nació, 67) aporta frescura tras su paso por una escuela de hostelería. Tiene una barra generosa, en la que pasar un rato largo sin problemas, sea o no de espera; y un comedor en el que echar mano cómodamente de cuchara, cuchillo y tenedor. Y compartir mesa, que no mantel (porque son individuales, como procede en estos casos). Y gozar una vez plantan tan amablemente la botella de vino y la gaseosa (o aquello con lo que deseéis acompañar el ágape) en la mesa. Aquí te explicamos cuáles son los platos del menú de mediodía, que cuesta 12 euros, de La Cuina del Papi.

Jaume Marambio y Victoria Maccarone cruzan la cocina mediterránea con la asiática en el lugar donde estuvo Pakta (Lleida, 5). No es Pakta, claro, pero lo japonés sigue sobre la vajilla, mezclado con lo catalán, con "lo mediterráneo", prefiere el cocinero. Esta es una 'izakaya' o taberna con sabor a fricandó. Esto es lo que comió nuestro cronista gastronómico, Pau Arenós, en Alapar.

Camarasa Fruits abre un espectacular y suntuoso espacio de aire ‘retro’ en la plaza de Francesc Macià con Diagonal en el que igual puedes comprar productos 'gourmet' y platos preparados que comer o cenar. Impresiona la barra de fruta y verdura de la entrada, que de noche se convierte en coctelería. Al lado, la 'rostisseria' en la que puedes llevarte, por ejemplo, un pollo asado en horno de leña. Unos peldaños más abajo hay otra barra donde sirven platos de cocina de mercado. Y en el piso de abajo, congelados 'top', embutidos muy 'top' y una selección de quesos aún más 'top' que afinan en su cava. Así fue nuestro 'tour' por Camarasa Fruits.

El sitio es singular: Follia de Pot, situado en la bodega del restaurante Follia. Lo que cocinan es singular: guisos en un bote. Quienes están detrás son singulares: Fran Baixas, Gianmarco Greci y Alatz Bilbao. Uno de los platos más vendidos es altamente singular: pollo a la 'màcali-mòcoli'. Todo en esta crónica de Pau Arenós es particular: así es Follia de Pot.