Los 5 restaurantes favoritos de Sergi de Meià

Cafè Pessets (Sort)

"Un café de toda la vida, pero en el Hotel Pessets de Sort (avenida de los Comtes de Pallars, 29). Allí, Aleix Aytés y Marta Casals hacen una cocina superdivertida con productos locales del Pallars. Me encanta porque siempre que voy me lo paso bien, es superdesenfadado. Puedes entrar un día de Carnaval y salir disfrazado tras haber comido y bebido muy bien. ¿Un plato? El 'pop pallarès'. No te diré de qué se trata porque se ha de descubrir, no haré 'spoiler'. Solo te diré que no es pulpo ni pescado".

Gresca (Barcelona)

"Gresca es uno de los clásicos. Con Rafa [Peña] tengo una muy buena amistad y un aprecio mutuo, pero más allá de esa relación, me siento bien comiendo en su restaurante (Provença, 230). Por ejemplo, el pichón con jengibre y limón es de aquellos platos que son un 10 absoluto. Recuerdo también el huevo 'souflée'... Platos con aparente sencillez pero tan bien hechos... Y el Gresca bar tambien me mola mucho".

Hispània (Arenys de Mar)

"Soy muy fan de este restaurante de Arenys de Mar (Camí Ral, 54), una casa segura. Con Paquita [Rexach] tengo una relación muy bonita porque durante muchos años iba mucho a desayunar allí y tenía conversaciones eternas con ella. Cocinan muy bien, con un producto sensacional, platos tradicionales como fricandó, ternera con berenjenas... Y el local tiene esa magia tan extraordinaria. Ella y su hermana Lolita, que deben de andar por los 80 años, siempre están al pie del cañón pese a su edad, es una pasada. Como anécdota contaré que es el único restaurante por el que he pasado la peor noche de mi vida: entré a comer al mediodía y salí a las siete de la tarde tras zampar 17 o 18 platos. Tuve que dormir sentado, parecía que me habían hinchado como a un pato; si me movía hacia delante... ufff. Fue demencial".

Hostal Montsec (Santa Maria de Meià)

"Este es un restaurante de mi tierra, y está en un hostal (calle de la Església, 3). Lo regenta Maria Jesús Novau, que heredó el negocio que comenzó su abuela. Hay relevo: su hija Martina tiene 12 años, quiere ser cocinera y flipas con ella. ¡Me llama para pedirme si puede ayudarme con mi trabajo! Será una ¡megacrack¡, lo tiene tan claro... De hecho, no hay plato que ella no pruebe antes de salir a la sala, me cuenta su madre. El año pasado les enseñé a hacerlo aún mejor de lo que lo hacen porque tienen un potencial brutal y han dado un paseo adelante: cocina casera buena, de territorio, de toda la vida, de temporada. Es el Montsec en el plato. Crían pollos, cabritos, se hacen la leche... Igual trabajan la caza (perdiz, jabalí, ciervo) que el pescado ( bacalao, trucha...) o la brasa (conejo, cordero, butifarra...). Y siempre con materia prima de gran calidad. Pienso en la 'girella' (embutido de la zona a base de cordero y arroz) con puré de patatas, huevo frito y trufa, que está de muerte. Está a solo una hora y media de Barcelona".

Henne Kirkeby Kro (Henne, Dinamarca)

"Si vas a Dinamarca, deberías visitar Henne Kirkeby Kro (Strandvejen 234, Henne), con dos estrella Michelin. Es del chef Paul Cunningham, que tenía el restaurante The Paul, en Copenhague. Ahora está en la península de Jutlandia. Este británico establecido en Dinamarca es uno de los cocineros que me más emocionan. Tiene tantos platos increíbles... Es brutal. Pero uno que tengo grabado a fuego en la memora es el rodaballo del mar del Norte con una emulsión de mantequilia, hinojo y limón; tan sencillo y a la vez tan espectacular... No es que solo sea amigo mío, que lo es y mucho; es que Paul tiene una sensiblidad brutal que demuestra en su cocina nórdica de autor con un punto inglés. Me recuerda mucho a Michel Bras, que era sencillo pero sublime, porque solo pone cuatro elementos en el plato pero están extraordinariamente bien hechos".