Al aire libre

Las mejores terrazas de restaurantes para disfrutar de una buena comida en Barcelona

¿Verdad que apetece comer bien en un espacio al aire libre tranquilo y agradable cuando hace buen tiempo? Pues toma nota de nuestras propuestas

Soletes Repsol: 18 terrazas de Catalunya para desconectar a tope

Los restaurantes con más personalidad de Barcelona

Terraza interior del Hotel Cotton House.

Terraza interior del Hotel Cotton House.

Cata Mayor

Cata Mayor

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Con el buen tiempo, vale la pena practicar el noble arte del terraceo y el buen comer. Sí, a la vez, porque en estas terrazas lo podrás hacer. Son las mejores terrazas de restaurantes de Barcelona. Allí se jala bien y se está muy a gusto porque son tranquilas, agradables... Da igual que estén a ras de suelo o con grandes vistas de la ciudad. ¿Verdad que apetecen?

La terraza del restaurante Benzina, en Barcelona.

La terraza del restaurante Benzina, en Barcelona. / JORDI COTRINA

Benzina

En el epicentro gastronómico de Sant Antoni está Benzina (pasaje de Calders, 6). Su interior luminoso y espacioso de techos altos está muy, pero aún mejor es su terraza, a pie de pasaje. Un lugar tranquilo, agradable, sin ruidos de coches, donde pedir platos de la gastronomía italiana. Puedes leer aquí la crónica de la reciente visita de Pau Arenós a Benzina.

Bosco de Lobos

Este restaurante propone una cocina italiana muy sabrosa que se puede disfrutar en su amplia y luminosa sala y en su apacible terraza. Estos son los secretos del éxito inmediato que ha tenido Bosco de Lobos.

Un balcón de lujo: Terraza Martínez.

Un balcón de lujo: Terraza Martínez. / El Periódico

Martínez

Para tener buenas vistas, sube a Montjuïc, junto al Hotel Miramar. Allí, Martínez (carretera de Miramar, 38) te permitirá gozar, en la parte que da al mar (sean los balcones o la terraza misma), de una panorámica sensacional, con toda Barcelona y el Mediterráneo a tus pies.Todo el restaurante es exterior, aunque gran parte de la estructura está a cubierto; hay interior, claro, pero no es para los comensales sino para la cocina y los servicios. Entrantes como anchoas, ensaladilla rusa, croquetas, buñuelos de bacalao, almejas a la marinera, gambas, principales como la sopa de pescado, la cazuela de bogavante y rape, el lenguado, el rodaballo, el mero... y arroces (¡hay una decena!). Siempre usan pescados de lonjas catalanas y gallegas y las verduras son ecológicas y de proximidad. Así es el restaurante Martínez.

La terraza interior del restaurante Contraban.

La terraza interior del restaurante Contraban. / El Periódico

Contraban

El patio de Contraban, el restaurante de uno de los hoteles 'boutique' más bonitos de Barcelona, Wittmore, está calefactado y cuenta con el jardín vertical más alto de la ciudad. Tiene encanto a la vez que resulta transgresor. Abierto mediodías y noches, es ideal para disfrutar del buen hacer del chef Alain Guiard, especializado en cocina regional y vinos naturales. Por la noche, además, tras cenar fuera se puede entrar en el salón junto a la chimenea y disfrutar de un cóctel. Riudarenes, 7.

La terraza del restaurante Tram Tram.

La terraza del restaurante Tram Tram. / El Periódico

Tram Tram

La terraza interior de este restaurante de Sarrià, que antes fue una casa particular (Major de Sarrià, 121), tiene el encanto de lo pequeño. Allí, Isidre Soler, que aprendió de 'cracks' como Josep Maria Boix, Fermí Puig, Ferran Adrià y Santi Santamaria, despliega una cocina mediterránea tradicional con alguna que otra técnica de vanguardia, pero sin pasarse, y repostería propia. La terracita es cuca, con escaleritas, macetas, paredes revestidas de vegetación... Todo ello le aporta una atmófera especial a este diminuto espacio que apenas tiene cabida para siete mesas. Así se come en Tram Tram.


En la terraza Roig Robí parece que estás sentado en el patio de tu casa, con el salón abierto de par en par. Pero en tu casa no cuelgan cuadros de Tàpies de las paredes.

La terraza Roig Robí. / El Periódico

Roig Robí

Parece que estás sentado en el patio de tu casa, con el salón abierto de par en par. Pero en tu casa no cuelgan cuadros de Tàpies de las paredes, difícilmente tendrás los árboles que te rodean y por supuesto no cocinarás como lo hacen en Roig Robí, un restaurante que elabora buena gastronomía catalana desde hace tres décadas, las que llevan plantados los árboles de la terraza. Este restaurante es, definitiva, un clásico contemporáneo que hace alta cocina popular: ese 'capipota', ese arroz con 'espardenyes'... Sèneca, 20.


La terraza del restaurante Windsor.

La terraza del restaurante Windsor. / Jordi Otix

Windsor

Un elegante remanso de paz en pleno centro de la ciudad donde disfrutar de cocina catalana contemporánea. Ubicado en los bajos de una señorial finca modernista, Windsor cuenta con una vegetación que ayuda a crear un ambiente de relax ideal para esos días que se alargan. Esta terraza tiene, además, un techo automático con un mecanismo que permite el cierre en unos segundos en caso de mal tiempo, lo que la convierte en un espacio versátil y aprovechable durante todo el año. Còrsega, 286.


Azul

Este local de la Barceloneta combina una carta mediterránea con unas vistas de la ciudad que fundirán la cámara de cualquier móvil de tanto fotografiarlas. Esto es lo que puedes ver y comer en Azul.


La terraza del restaurante Els Pescadors.

La terraza del restaurante Els Pescadors. / El Periódico

Els Pescadors

Els Pescadors lleva abierto desde 1980 en la plaza de Prim, 1, una de las más coquetas y encantadoras de Barcelona. Cuando te sientas en su terraza, no parece que estés en una gran ciudad: tranquilidad absoluta mientras contemplas tres bonitos ejemplares de bellasombra y una fuente, y las casitas blancas alrededor. Es como saltar al pasado; no en vano, aquella es una de las zonas más antiguas del Poblenou, pues data de 1851, y fue lugar de residencia y encuentro de pescadores y obreros. El restaurante sirve cocina marinera inspirada de las recetas que se elaboraban en los pueblos de pescadores, sin artificios pero trabajada con productos de proximidad de máxima calidad. Aquí puedes leer más sobre Els Pescadors.


El Mescladís del Pou.

El Mescladís del Pou. / El Periódico

El Mescladís del Pou

Este rinconcito medio escondido del Gòtic (Carders, 35) tiene un encanto especial. Se trata de un espacio solidario, multicultural, con sentido inclusivo y comunitario que surge de la iniciativa conjunta entre la Fundación Mescladís y el Casal de Barri Pou de la Figuera: es un proyecto de inclusión sociolaboral ya que enseña y da trabajo a jóvenes inmigrantes. La oferta gastronómica se basa en platos y alimentos de diversos lugares del mundo, recetas muchas veces recreadas y adaptadas a partir de las propuestas de los chicos que trabajan allí, vinculadas a historias de vida de muchas familias en distintos continentes. Usan productos de proximidad y sostenibles y cuentan como proveedores a empresas socialmente responsables.


Terraza del restaurante Varela.

Terraza del restaurante Varela. / ALEX FROLOFF

Varela

La plaza Molina se ha convertido en un auténtico hervidero 'foodie' donde conviven restaurantes de gastronomía mediterránea de buen nivel. Una de las más destacadas es Varela, dedicado a la cocina de siempre, sin pretensiones, pero con la seña de identidad que caracteriza todos los establecimientos del mismo grupo: una materia prima de excelente calidad y bien preparada. Del mismo modo que ya hacen en el local contiguo, La Xarxa, que ya lleva cerca de un lustro triunfado en la plaza. Ambos establecimientos comparten así línea culinaria con buenas piezas de carne, ricas tortillas, mariscos varios; pero también otro gran atractivo: sus amplias y cómodas terrazas, aclimatadas con estufas y mantas para cuando hace fresco, donde se puede disfrutar de largas sobremesas tanto al mediodía como de noche. Plaza Molina, 4.


Terraza del restaurante Gala.

Terraza del restaurante Gala. / El Periódico

Gala

Gala, uno de los restaurantes con interiorismo más 'instagrameables' de Barcelona, no se queda corto con su terraza. Sin duda una de las más espectaculares. Se trata de un patio del Eixample en el que una exuberante vegetación convive con mobiliario de hierro, al más puro estilo de un jardín inglés, acomodados con cojines de colores, y una majestuosa fuente de espíritu surrealista. Aquí se disfruta de una carta en la que especialidades japonesas van de la mano de especialidades mediterráneas y de todo el mundo, como un espejismo del espíritu cosmopolita de la ciudad. Lo más: tienen una extensa y buena carta de cócteles, que se disfrutan más si caben en este entorno inmejorable. Provença 288.


Terraza del restaurante Hanki.

Terraza del restaurante Hanki. / El Periódico

Hanki

Hanki es un pequeño restaurante que emula una cabaña coreana. Pero más allá de que es una grata sorpresa por su buena cocina en la que reinan 'bibimbap' (arroz con huevo, carne, verdura), 'bulgogi' (ternera cortada y salteada) y 'kimchi', también sorprende encontrarse al fondo del local un patio-jardín, casi escondido, y a resguardo del tumulto de la ciudad. Está repleto de plantas y de una tranquilidad contagiosa. Guillem Tell, 23.


Un rincón de Patio, la terraza del Alexandra Barcelona Hotel.

Un rincón de Patio, la terraza del Alexandra Barcelona Hotel. / El Periódico

Patio

Patio es la terraza del Alexandra Barcelona Hotel (Mallorca, 251): un rinconcito medio escondido, como un coqueto entresuelo del Eixample con vegetación mediterránea, piscinita, pérgola, mesas, sillas... Se accede a ella atravesando el restaurante Solomillo, con el que comparte carta (carnes al peso y guarniciones).


La terraza de 1881 per Sagardi.

La terraza de 1881 per Sagardi. / Ferran Imedio

1881 per Sagardi

Pocas terrazas con mejores vistas sobre el puerto de Barcelona, Montjuïc y la Barceloneta encontrarás como esta. Y pocas más polivalentes, gastronómicamente hablando, ya que allí se puede tapear y vermutear (atención a las patatas bravas), comer platos de la carta (cocina mediterránea y parrilla de carne y pescado a base de buen producto) o beber un cóctel (de viernes a domingo a partir de las 16.00 horas pincha un 'disc jockey'). Está ubicada en lo alto del Museu d'Història de Catalunya (plaza de Pau Vila, 3).


Four Corners

Poblenou es el barrio moderno por excelencia, y la propuesta gastronómica del restaurante del muy 'cool' Hotel The HoxtonFour Corners, pizzas al estilo Detroit (es decir, de masa pan muuuy gruesa), se puede disfrutar en su agradable terraza abierta todo el año. Queda en la parte trasera de la Torre Agbar, protegida del tráfico, tranquila, amplia e ideal para ir en familia o con amigos. Diagonal, 205.


Terraza de Azimuth (Hotel Almanac)

Terraza de Azimuth (Hotel Almanac) / El Periódico

Azimuth Rooftop Bar

El Hotel Almanac lo tiene todo: un interiorismo elegante y con todo lujo de comodidades; un 'spa' de ensueño; un restaurante con firma de Rodrigo de la Calle, Virens, cuya gastronomía basada en productos naturales vegetales; y también Azimuthuno de los mejores 'rooftops' de Barcelona. De hecho, es de las pocas terrazas de la ciudad que tiene zona 'indoor' con vistas y calefacción en la parte exterior. Tienen una carta de 'snacks' internacionales y coctelería, y todos los fines de semana ofrecen música en vivo (cantante en directo los viernes y 'dj' los sábados). Gran Vía de Les Corts Catalanes, 619.


La terraza Bonanova es un clásico no ya de la zona alta sino de la ciudad (nació en 1964) tiene mucha historia.

La terraza del restaurante Bonanova. / El Periódico

Bonanova

Este clásico no ya de la zona alta sino de la ciudad (nació en 1964) tiene mucha historia. Se nota al entrar, con esa decoración de casino de pueblo modernista que te retrotae a épocas pasadas, a billares y a largas partidas de dominó. Curiosamente, la terraza de Bonanova es algo más moderna. Lo que permanece intocable es la cocina de mercado con un producto fresco que muchos señalan como de lo mejorcito de Barcelona. Sant Gervasi de Cassoles, 103.


The Patio, la terraza interior del Hotel Seventy Barcelona.

The Patio, la terraza interior del Hotel Seventy Barcelona. / El Periódico

The Patio

El Hotel Seventy Barcelona tiene un agradable espacio llamado The Patio, su terraza en el interior de la manzana. No deja de ser una extensión de Seventy, el restaurante que está en los bajos de este establecimiento del Eixample fronterizo con Gràcia. A la sombra de olivos y naranjos, se puede disfrutar de platos de cocina mediterránea como arroces, carnes y pescados a la brasa. Còrsega, 344-352.


Platja Ca la Nuri

Comer con los pies casi casi sobre la arena no es algo tan imposible en una gran ciudad como Barcelona. Un buen lugar donde hacerlo es Platja Ca la Nuri. Allí se disfruta de una cocina marinera de calidad, ya que juegan con productos frescos, y de arroces de temporada, aunque también encontrarás platos de mercado, algunos para compartir, que varían según lo que esté disponible a diario. Para llegar, tendrás que bajar las escaleras del paseo Marítim a la altura del Hospital del Mar y caminar en paralelo a la playa hasta el local. Paseo Marítim de la Barceloneta, 55.


Terraza interior del hotel Cotton House.

Terraza interior del Hotel Cotton House. / El Periódico

Hotel Cotton House

Entrar en el Hotel Cotton House es emprender un viaje en el tiempo, a la época colonial. Un paseo por esta institución deja maravillado a cualquiera, y su terraza es otro atractivo para quien busque un espacio al aire libre, bonito, elegante, y lejos del ajetreo urbano. Se encuentra en la parte posterior del hotel, accesible desde el restaurante Batuaren un amplio patio manzana muy característico de los edificios del Eixample. Ideal de día como de noche, se viene a esta terraza para un cóctel, un café o disfrutar de la gastronomía de estilo mediterráneo, siempre que el tiempo lo permita. Gran Via de les Corts Catalanes, 670.


Terraza del restaurante Dos Torres.

Terraza del restaurante Dos Torres. / El Periódico

Dos Torres

Pocas terrazas son tan señoriales como la del Dos Torres, ubicado en el jardín frondoso y majestuoso de una antigua masión modernista a la frontera entre Sarrià y Bonanova. Y como buenos burgueses, aquí se está hablando de lujo, con todas las comodidades que se requiere para estar a gusto en el exterior en esta época del año. La carta está basada en una cocina de mercado con toques contemporáneos, con el objetivo de mantener el sabor y la esencia de los productos. Via Augusta, 300.


Terraza del Hotel Duquesa de Cardona, con vistas panorámicas sobre el Port Vell de Barcelona.

Terraza del Hotel Duquesa de Cardona. / El Periódico

Duquesa de Cardona

El Hotel Duquesa de Cardona tiene una terraza más agradables gracias a unas vistas despejadas de casi todo el frente marítimo de la ciudad desde Montjuïc hasta el Port Vell. Ahora que hace 'fresquis', unas mantas y unas estufas te darán el calor necesario para comer (tapas, ensaladas, carnes, pescados) y beber de su carta.


Como su nombre indica Jardín del Alma es algo más que una terraza, tiene una barra propia, suelo lleno de piedrecitas y una frondosidad vegetal que no verás en otros lugares.

La terraza de Jardín del Alma. / El Periódico

Más que de terraza, hay que hablar de jardín. De hecho, el Hotel Alma ya tiene terraza en lo alto del edificio. Y jardín abajo. Este es otro de los oasis semi-escondidos de ese centro de Barcelona tan estresante. Este rincón cercano al paseo de Gràcia tiene una barra propia, suelo lleno de piedrecitas y una frondosidad vegetal que no verás en otros lugares (incluso alguna mesa imita el tronco de un árbol). Verde que te quiero verde es esta terraza donde probar platos sencillos como ensaladas, tapas, bocadillos, sopas y cremas o disfrutar de un ágape más completo a base de cocina de mercado. Mallorca, 271.


La terraza del restaurante El Niu del Mirlo, en el Hotel Mirlo.

La terraza del restaurante El Niu del Mirlo, en el Hotel Mirlo. / El Periódico

El Niu del Mirlo

El Hotel Mirlo, en la avenida del Tibidabo, 32, tiene un restaurante con una terraza en el jardín del hotel que no es cualquier jardín: se trata de un espacio declarado como protegido por el Ayuntamiento de la ciudad gracias a la diversidad de las plantas y de los árboles que alberga. El Niu del Mirlo ofrece desayunos, comidas y cenas. En la terraza, con una bonita una pérgola de diseño con detalles que simulan nidos de mirlos, se puede disfrutar de una cocina de temporada muy cuidada. Como curiosidad, el hotel ocupa la Torre Macaya. Allí, el protagonista de 'La sombra del viento', de Carlos Ruíz Zafón, pone fin a la trama de la novela, en la que el escritor había rebautizado el edificio como Palacete Aldaya.

Suscríbete para seguir leyendo