Bocados de vuelto alto

Chickoa: pollos a l'ast con la firma de Paco Pérez

El restaurante de Sant Antoni asa pollo de granja del Empordà previamente macerado durante 24 horas con una mezcla de 15 hierbas frescas y vinos amontillados

Platos del restaurante Chickoa

Platos del restaurante Chickoa

Ferran Imedio

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A Pluma, Cresta Colorada, Els Pollos de Llull, Heat & Fresh, Pollos Rikos... La división de buenos restaurantes de pollo asado en Barcelona tiene nuevo miembro: Chickoa (Borrell, 85) ha llegado al barrio de Sant Antoni. Igual que su letrero giratorio en la fachada, llevan poquito dando vueltas al grill, desde finales de noviembre, pero han jugado con dos ventajas: jugar con un productazo como el pollo de granja del Empordà y demás ingredientes de proximidad y tener la asesoría de Paco Pérez, el tercer cocinero español con más estrellas Michelin, con cinco, por detrás de Martín Berasategui (12) y Jordi Cruz (6).

El chef ha creado una fórmula para dar sabor al animal, que se hace al horno de carbón vegetal, macerándolo previamente durante 24 horas a partir de una mezcla de 15 hierbas frescas y vinos amontillados que, como el ave, llegan del Empordà. Con armas así, cómo va a salir mal el caldo de pollo de bienvenida, con un puntito picante y caluroso que reanima al más deprimido por la pandemia. O cómo no van a ser finas, finas, en forma y textura, las croquetas.

El picantón, espectacular

Y así seguiríamos con la breve pero imbatible carta: las alitas, que puedes pedir con salsa picante o con kétchup de chipotle; los 'fingers' esponjosos y tiernos; la escalivada hecha al carbón, el boniato al horno con miel, ras al hanout y cebollino... Todo ello se puede comer en su amplio local, llevártelo a casa o pedirlo a domicilio.

Pero ya que hablamos de estrellas, en Chickoa hay dos que más que lucir deslumbran: el espectacular y jugoso picantón, que antes de pasar por la brasa ha sido cocinado al vacío a baja temperatura, y el mollete de la casa, cuyo pan crujiente de masa madre esconde contramuslo de pollo, rúcula, mozzarella, mayonesa con finas hierbas y cacachuetes. Merecen la visita, sin duda.

Un detalle que resulta curioso es que, siendo un restaurante consagrado al pollo, tenga un par de bocatas de carne vegetariana: llevan heura.