responsabilidad social

MO de Movimiento, de plató a restaurante de "capitalismo 2.0"

El nuevo y exitoso restaurante madrileño contrata a personas en riesgo de exclusión social, cuida el medio ambiente y pone en segundo plano los beneficios económicos

MO de Movimiento, de plató a restaurante de "capitalismo 2.0"

MO de Movimiento, de plató a restaurante de "capitalismo 2.0" / periodico

Pilar Salas (Efe)

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Fue teatro, plató de televisión y ahora el epicentro de un proyecto que quiere "transformar ciudades desde el consumo responsable". El restaurante MO de Movimiento (Espronceda, 34, Madrid) impulsa el "capitalismo 2.0", que cuida a las personas y el medioambiente y pone en un segundo plano los beneficios.

Con él arranca Proyectos Conscientes, iniciativa empresarial de Javier Antequera (fundador de la cadena Lateral) y Felipe Turell (exdirector del hotel Urban) para "ayudar a reinventar el consumo y el ocio urbano en las ciudades a través de criterios basados en la sostenibilidad, la responsabilidad y la inclusión social".

"Aportamos valor a la sociedad y además damos de comer", explica a Efe Turell, porque en MO de Movimiento la mitad de la plantilla estaba en riesgo de exclusión social -provienen de la Asociación Norte Joven, la Fundación Tomillo y la Fundación Raíces-, todos los ingredientes son de pequeños productores españoles, la práctica totalidad ecológicos, y se esfuerzan en la reducción del impacto medioambiental.

En este restaurante trabajan desde un refugiado senegalés que llegó a competir en las Olimpiadas como triatleta a dos menas a quienes han conseguido permisos de trabajo, pasando por un parado de larga duración de 55 años. "Hay situaciones terribles detrás", reconoce, para asegurar que todos cobran "por encima de convenio y muy por encima del mercado, y aún así es rentable".

No aceptan dinero en efectivo -"con el pago digital no generas dinero negro", subraya- y no se plantean subir el tíquet medio más allá de los 25 euros porque "es una cifra para todos". "No priorizamos los beneficios, los ponemos al mismo nivel que las personas y el planeta; es como una fusión entre una empresa tradicional y una oenegé, y así queremos transformar las ciudades", añade este madrileño nacido en 1981, al que le cambió la óptica empresarial un programa de la escuela de pensamiento THNK School of Creative Leadership de Amsterdam, donde forman a "líderes conscientes" que generen "impacto positivo".

Turell y Antequera tardaron 16 meses en llevar a cabo su sueño en el barrio de Chamberí, en un local que fue el Teatro Espronceda y luego plató televisivo como parte de la antigua sede central de la Agencia Efe. Buena parte de su material ha sido reutilizado -escombros de la demolición, luminarias o las maderas del antiguo patio de butacas- y así lograron reducir un 73% la huella de carbono en la construcción de este espacio de 1.000 metros cuadrados.

Los hornos de las pizzas calientan el espacio

Además, los dos grandes hornos artesanales en los que se elaboran las pizzas sirven para calentar el espacio gracias a un circuito de radiadores y un sistema de tinajas colgadas del techo equipadas con ventiladores y agua refrigeran y humedecen el aire seco en verano. Incluso el uniforme del personal es de segunda mano y se ha teñido con clavos de las antiguas butacas.

A la cocina solo llegan productos nacionales, la práctica totalidad ecológicos, incluidas las bebidas y las harinas con las que elaboran sus panes. "No tenemos Coca-Cola, para mí es veneno de una multinacional y trabajamos con pequeñas destilerías ecológicas de Huelva, Álava y Galicia por respeto máximo al medioambiente", detalla Turell.

Desde su apertura en mayo, el público le respalda y dan de comer a entre 10.000 y 11.000 personas al mes. "Hay mucha gente que estaba buscando alternativas al consumo tradicional -apunta-. Nosotros planteamos un capitalismo 2.0 en el que el único beneficiario no es el emprendedor; nuestros productos son importantes, el equipo es fundamental y los clientes también. Queremos inspirar y marcar el camino de cómo se tienen que hacer las cosas".

La intención de Javier Antequera y Felipe Turell es seguir haciendo crecer Proyectos Conscientes con un hotel -su proyecto inicial que quedó aparcado-, una cadena de supermercados o "lo que sea" siempre y cuando cumpla las reglas del triple impacto: social, medioambiental y económico.

"Entiendo que por ahí debería ir la hostelería. Cuando abran las fronteras, MO de Movimiento se va a petar de turistas, porque es un proyecto que se entiende muy bien por ejemplo en los países nórdicos. Pero hemos nacido sin turistas, sin empresas funcionando, sin hoteles y somos un destino", presume.