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Cómo preparar sopas con pan: 7 ideas calentitas para los días de frío

Aquí tienes varias maneras de entrar en calor a cucharadas

Sopa de cebolla.

Sopa de cebolla. / Archivo

Laia Zieger

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Hay pocas cosas más tentadores cuando aprieta el frío que prepararse una buena sopa en una cazuela de pan. Nos calentará el cuerpo al tiempo que aportará la consistencia del pan, una gran combinación para los días fríos que, además, permite experimentar con las más diversas recetas.

Preparar una cazuela de pan no entraña ninguna dificultad, pero sí hay que seguir una serie de pasos para que el pan aguante bien el calor durante el rato que esté en la sopa. Para ello, es necesario hacerse con un buen pan de payés de hogaza dura (también podemos prepararlo en el horno de casa), mejor si es del día anterior o incluso más.

Para que no se humedezca muy rápido, lo más recomendable es ahuecarlo, untarlo por dentro con mantequilla o aceite y dorarlo en el horno durante unos minutos antes de poner la sopa. A la hora de consumirla, no hay tiempo que perder: es fundamental comerla inmediatamente en cuanto se acaba de servir para evitar que el pan pierda su consistencia por el contacto con el líquido. Si el plan es fotografiarla, lo mejor es tener todo el material preparado para que, llegado el momento, solo sea cosa de un clic.

Pese a que este plato es originario de los países centroeuropeos (en famoso 'goulash' húngaro), en los últimos tiempos se ha popularizado en todo el mundo, en parte gracias a lo 'instagrameable' de la receta. Las sopas en cazuela de pan inundan las redes con multitud de platos que van desde las clásicas cremas de siempre a algunas sopas más consistentes o a caldos ligeritos elaborados apenas con verduras.

Una vez tenemos el pan, solo se trata de dejar volar la imaginación y preparar la sopa que más nos guste, desde cremas a calditos. ¿Empezamos?


Crema de calabacín gratinada al horno

La ventaja de preparar las cremas en una cazuela de pan es que tendremos la opción de grantinarlas al horno, de manera que quedarán mucho más apetitosas y tendrán un extra de consistencia. Nada mejor que preparar una sencilla crema de calabacín con puerro y patata de las de toda la vida, colocarla en una hogaza de pan recién tostada al horno, acabar con un poco de emmental rallado y unos frutos secos picaditos y gratinar durante unos minutos. ¡Una receta en la que no se deja ni el plato!


Sopa de cebolla

Hay pocas recetas más resultonas y económicas que la sopa de cebolla, un plato de la abuela que cosecha legiones de fans, tan sencilla como apetecible en los días de frío. Solo necesitaremos cebolla, sal y pimienta, una cucharadita de harina y medio vasito de vino blanco, además de queso rallado. Para el interior de la sopa de cebolla podemos utilizar el pan que nos ha sobrado de vaciar la hogaza y así practicaremos una cocina de reaprovechamiento al tiempo que tomamos la sopa de cebolla más deliciosa. ¡Nunca falla!

El 'goulash' es un plato húngaro elaborado con especias y carne porcina.

El 'goulash' es un plato húngaro elaborado con especias y carne porcina. /


'Goulash' húngaro

Nada mejor para realizar la mejor cazuela de pan, la auténtica, la genuina, que preparar todo un 'goulash' originario de Hungría. Se elabora con carne guisada de ternera, verduras y una mezcla de especias entre las que destaca el pimientón, que le confiere su característico color. El pan lo aguanta todo, así que podemos preparar tanto una sopa ligera como un plato más consistente, tipo estofado, sin apenas líquido: ambas opciones quedarán perfectamente sobre una buena hogaza de pan de calidad, que conserve todos los aromas y matices que le confiere siempre la masa madre.


Sopa de tomate

Pocas recetas hay más sencillas que una sopa de tomate. Es, además, un plato ligero, perfecto como entrante en cualquier ocasión, ya que nos aportará energía, vitaminas y mucho sabor en una receta liviana y moderadamente calórica. Podemos tomarla caliente o fría (al estilo gazpacho), que mejora si la servimos con una pizca de cilantro fresco rallado. Si quieres que el plato sea todavía más 'healthy', nada mejor que utilizar un buen pan integral.

Sopa de ajo o castellana.

Sopa de ajo o castellana. /


Sopa de ajo

Pan, ajos, aceite de oliva y pimentón dulce. Bastan cuatro ingredientes para preparar una sopa de ajo de escándalo, que tendremos lista en apenas 15 minutos. Nada mejor que servirla bien humeante en un pan blanco rústico a modo de cazuela.


Sopa de aprovechamiento

Reducir el desperdicio de alimentos nunca fue tan fácil. Basta con hacerse con una buena hogaza de pan y prepararse para dar una nueva vida a los troncos del brócoli o la coliflor. Para ello, es necesario hervirlos durante largo rato hasta que se ablanden junto a otras verduras y hortalizas al gusto (desde patatas a zanahoria, calabaza o boniato, por poner solo algunos ejemplos). Por último añadimos un chorro de aceite de oliva virgen extra, batimos bien y tendremos ya una crema de brócoli para chuparse los dedos. Como 'topping', siempre puedes añadir unas setas de temporada salteadas con sal gorda y, si lo deseas, unos frutos secos picados. Todo el sabor y pocas calorías en una receta original a más no poder.


Sopa de verduras

La clásica sopa de verduras siempre funciona, ya sea en pan o en una cazuela normal. Basta con saltear algunas verduras al gusto y cubrirlas con caldo de pollo, salpimentar… ¡Y listos! En este caso sí que debemos tener especial cuidado, ya que el calor del caldo hará que el pan se deshaga muy fácilmente, de manera que hay que comerla inmediatamente.