Más alternativas de las que imaginas

¿Huevos fritos sin aceite? ¡Claro que sí!

Hay vida más allá de esta grasa vegetal. Te contamos como conseguir resultados muy pero que muy parecidos y muy pero que muy sabrosos

Huevos fritos.

Huevos fritos.

Laia Zieger

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Los huevos al plato son un 'must' tanto para el desayuno como la comida o la cena. Con su puntillita crujiente, la yema líquida y suave y la clara firme y bien cocinada es una maravilla. Pero, a la hora de prepararlos, ¿verdad que siempre usas aceite de oliva? Puede parecer lógico y, sin embargo, hay vida más allá de esta grasa vegetal. De hecho, existen más planes B de los que piensas.. Sí, el huevo frito puede no ser frito y sin embargo delicioso. Lo explicamos a continuación.

Mantequilla y agua

Calentar una sartén a fuego medio-alto. Agregar la mantequilla y deslizarla para cubrir toda la superficie. Romper el huevo en la sartén, y añadir una cucharada el agua, cubrir y dejar cocer un minuto.

Con este método (que recomienda la mediática cocinera estadounidense Martha Stewart, entre otros), los huevos no quedan crujientes como cuando se preparan en aceite pero, y es importante subrayarlo, la clara adquiere una textura super esponjosa (parecida a la de una tortilla) mientras que la yema que se derrite perfectamente espesa. Una variación interesante para quienes no son fans del sabor y textura aceitosa.

Nata espesa

En lugar de agregar mantequilla o aceite a la sartén, resulta súper rico freír los huevos en nata espesa. De hecho, este ingrediente (más o menos echar un vaso de nata para un huevo) tiene mucho que ofrecer a la cocción de huevos. Al hervir a fuego lento, se cuece casi a la perfección para obtener una textura fundente y de bordes caramelizados.

Eso sí, no es lo más apropiado para una dieta de calorías razonables. Por ello, no abusaremos de este plan B y lo reservaremos para comidas más excepcionales, como un 'brunch' que completaremos con fibra (tostadas de pan integral), cereales y fruta fresca, rica en vitaminas.

Sin rastro de grasa

Sí, eso es posible. Tan solo hay que romper el huevo en un bol que pasaremos por el microondas 40 segundos a potencia media (hay que ir verificando cada 10 segundos). Para asegurarse que su cocción está en el punto, hay que pinchar la clara con un tenedor. Si sale limpio, es que el huevo está listo. Para sacarlo del bol, lo mejor es usar delicadamente una cuchara.

Aceite de coco

Esta grasa vegetal no tiene sabor a coco, pero sí le da al huevo al plato un saborcillo característico interesante. Con esta alternativa, logramos una textura similar a una cocción con aceite de oliva, es decir que la clara será crujiente.

Grasa animal

Para muchos, la manteca de cerdo es la mejor opción para preparar unos espléndidos huevos fritos. De hecho, ya salía así indicado en 'El Practicón', este manual de cocina del año de la pera escrito por el gastrónomo Ángel Mouro, que recomendaba emplear "abundante grasa a la hora de la cocción". Con este ingrediente (algunos también lo sustituyen por grasa de beicon) se dice que los huevos adquieren un sabor de vicio y una textura perfecta con claras hinchadas alrededor de la yema de forma potente y bordillos bien crujientes.

Con aire

Si dispones de una de estas 'air fryers' que tan de moda están, felicidades. Porque los huevos al plato sale de muerte si los preparas con este electrodoméstico libre de aceite, y claro, más ligero y saludable. ¿Cómo prepararlos? Pon papel vegetal sobre la base de la cubeta de la freidora de aire y rocía ligeramente el papel con un spray de aceite de oliva virgen extra. Precalienta tu 'air fryer' durante 5 minutos a 180º C. Rompe el huevo y colócalo con cuidado sobre la base de la freidora de aire. Programa a 200º C durante 5 minutos. Recuerda abrir el cajón para comprobar cómo va tu huevo una vez haya pasado la mitad del tiempo.