Consejo

El truco para pelar un tomate en tres segundos con el que el chef José Andrés ahorra tiempo en la cocina

Solo hacen falta dos elementos: una olla con agua hirviendo y un cuenco con agua fría

Tomate: bodegón

Tomate: bodegón / EP

Cata Mayor

Cata Mayor

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Un fruto del verano repleto de vitaminas y antioxidantes capaces de prevenir numerosos tipos de cáncer. Así es el sabroso y saludable tomate. Y es que aunque es un bocado bueno y carnoso se hace a veces difícil de pelar.

Como en todos los alimentos, los grandes cocineros se esfuerzan en encontrar los secretos que mejoren las experiencias en la cocina. Entre ellos está el chef José Andrés, que ha revelado el truco más importante para pelar el tomate en tan solo tres segundos.

La argucia que ha compartido este maestro de la cocina es de lo más sencilla. Los pasos no son difíciles de seguir, pero es importante cumplirlos meticulosamente para evitar errores que trunquen la elaboración.

Solo hacen falta dos elementos: una olla con agua hirviendo y un cuenco con agua fría. Podemos meterla un rato al frigorífico o al congelador, o incluso, como hace el chef asturiano, preparar agua tibia con unos cuantos hielos. Queremos que el tomate sufra un cambio de temperatura brusco, así que debemos procurar que el agua caliente esté hirviendo y de que el agua fría esté helada. 

El primer paso será echar el tomate entero en el agua hirviendo. Bastará con dejarlo hervir durante entre tres y cinco segundos. Debemos tener cuidado, pues si lo dejamos demasiado tiempo comenzará a cocinarse por el exterior. 

Pasados estos segundos, sacaremos el tomate con una espumadera o cazo y lo introducimos rápidamente en el agua helada. Con este contraste, cortaremos la cocción y la piel se separará de la carne. Dejaremos el tomate unos segundos en el agua fría y ya podremos volver a sacarlo.

Después de este breve proceso, la piel del tomate se separará con mucha facilidad y podremos desprenderla sin problemas, incluso con nuestras propias manos. Es una técnica perfecta tanto para platos fríos como calientes, ya que queda tierno y fresco gracias a su paso por el agua con hielo.